Un héroe como tú

“Me recuerdan como héroe, me dicen 'Maestro'. Yo les digo que no soy ningún maestro, soy una persona como todos ustedes. Tuve la suerte de jugar al fútbol, hacer un gol en la final de la Copa del Mundo y nada más”, dijo Alcides Edgardo Ghiggia, quien habló de la selección uruguaya, de Maracaná y de Obdulio Varela.

En el año en que se cumplirán 64 años de la conquista del último campeonato del mundo que ganó Uruguay, Alcides Edgardo Ghiggia sigue siendo el emblema vivo de aquella gesta. Es por eso que FIFA lo invitó al sorteo del Mundial de Brasil 2014, y que este lunes publicó una extensa entrevista con él, para hablar de distintos temas.

El autor del gol que le dio la victoria a la Celeste en 1950 analizó el momento de la Celeste y dijo que "no me gustó" la forma en que se logró la clasificación a la Copa, porque "perdimos muchos puntos en casa" y "tuvo que pelear la clasificación contra una selección desconocida". En base a eso, cree que "sería fundamental ganar el primer partido" en territorio brasileño, aunque "se necesitan futbolistas más jóvenes. Hay algunos que por edad ya no pueden estar".

Ghiggia aseguró que para él, llegar a Brasil "es como una segunda casa", porque la gente lo reconoce y le pide fotos y autógrafos. Y metiéndose en el Maracanazo manifestó que "fue una hazaña, porque en la historia de los Mundiales ninguna selección local había perdido una final. Fue la primera vez, y tuve la suerte de hacer un gol".

"Aún recuerdo pensar en mi familia, en los amigos, el abrazo de los compañeros", agregó el uruguayo, quien recordó aquella jugada ("el arquero Barbosa pensó que iba a hacer la misma jugada que en el primer gol, cuando tiré el pase atrás. Entonces se abrió y me dejó un hueco. Venía a la carrera y tuve que decidir qué hacer en cuestión de segundos. Tiré y se metió entre el palo y el arquero") y lo que generó: "veías a la gente llorando. Pese a la alegría de haber ganado el partido, al ver la tribuna te venía una tristeza. La gente lloraba desesperada, ¿sabés? Pero el fútbol es así, se gana y se pierde".

Por todo eso, expresó que el homenaje que recibió hace algunos meses "es un aliciente para seguir adelante, porque no se puede vivir del recuerdo. (...) Mirá que yo he viajado mucho por el mundo y me han reconocido más que en mi propio país, por eso fue una alegría".

"En mi casa tengo tres CD del gol con los relatos de los tres relatores que había de Uruguay, pero mi señora no me deja escucharlos", contó, "porque dice que me emociono. Y le digo ‘¿qué querés?'. Antes era joven, gané un campeonato del mundo, hice un gol, fenómeno. Pero a medida que pasan los años es cuando más sentimientos te vienen, entones te ponés triste, ¿sabés? Te vienen lágrimas a los ojos".

Después, Ghiggia recordó a Obdulio Varela, un jugador diferente, porque "como él no hay". "Era un capitán muy serio, los más jóvenes no lo tuteábamos, le decíamos ‘usted, usted señor Obdulio'. Y dentro del campo era un técnico", repasó, para después contar un par de anécdotas.

La primera fue la explicación del nacimiento del famoso dicho de ‘los de afuera son de palo': "tres dirigentes de Uruguay, el sábado a la noche, hablaron con Obdulio, Máspoli y Gambetta, que eran los de más edad y experiencia. Les dijeron que ya habíamos cumplido, que tratáramos de comportarnos bien en el campo de juego, que no hiciéramos ningún problema y que si nos hacían tres o cuatro goles podíamos estar conformes. De eso nos enteramos en el pasillo rumbo a la cancha. Obdulio nos paró, nos lo comunicó y nació ese dicho". La segunda tuvo que ver con el festejo del Mundial realizado en Brasil: "Obdulio se fue a un bar que había en la esquina del hotel, a tomarse una cerveza. Los brasileños lo reconocieron. Se abrazaban a él y todo, lloraban. Nos contó él lo que pasó. Pero me dijo ‘mirá que no pagué nada, ¿eh?'".

Finalmente, pensando en el próximo Mundial, el ex futbolista dijo que espera que haya una final entre la Celeste y Brasil "para verla como hincha". "¿Qué daría por ver a la Celeste ganar? No sé, daría hasta mi vida por verlo campeón del mundo".

"Me recuerdan como héroe, me dicen 'Maestro'. Yo les digo que no soy ningún maestro, soy una persona como todos ustedes. Tuve la suerte de jugar al fútbol, hacer un gol en la final de la Copa del Mundo y nada más. No soy nada del otro mundo. Pero no hay nada que hacer, la gente te aprecia, te abraza... es lindo, una linda emoción", finalizó.

Montevideo Portal