Uruguay reeditó el título de campeón de la China Cup en Nanning, donde no pasó zozobras en ninguno de sus dos partidos. El viernes venció a Uzbekistán 3-0 y tres días después goleó 4-0 a Tailandia, que demostró por qué ocupa el puesto 115 del ranking FIFA y aparece 20.° entre los asiáticos.

Sin demasiadas conclusiones futbolísticas y el saldo positivo de los cuatro millones de dólares que ingresarán a la AUF (dos por la participación y dos como premio por ser campeón), la Celeste plasmó en cancha el favoritismo que ostentaba en lo previo frente a selecciones de tercer o cuarto orden.

A los 6’ abrió el score Matías Vecino de cabeza aprovechando un córner bien ejecutado desde la izquierda por Nicolás Lodeiro, que tuvo dos muy buenos partidos como volante por el sector zurdo.

El sanducero también participó en el segundo a los 38’, cuando devolvió una pared a Cristhian Stuani y el del Girona llegó a fondo por izquierda para meter un buscapié que Gastón Pereiro empujó a la red.

En el complemento el trámite fue más de lo mismo; un ritmo tedioso que en todo momento controló Uruguay ante un rival que no daba la talla. Los cambios le aportaron ambición goleadora a la Celeste, que aumentó a los 58’ gracias a un cabezazo de Stuani a la salida de un córner ejecutado por Giorgian de Arrascaeta desde la derecha.

A los 86’ Fernando Muslera tuvo su única intervención importante al desviar con la punta de los dedos un remate de Peeradol que dio en la base del caño, y dos minutos después cerró la cuenta Maximiliano Gómez al recoger un rebote en el borde del área y meter un derechazo que se desvió en un rival y terminó en la red.

Jugaron por el equipo de Óscar Washington Tabárez Fernando Muslera; Giovanni González, José María Giménez, Diego Godín (70’ Mathias Suárez) y Martín Cáceres (61’ Marcelo Saracchi); Matías Vecino (46’ Lucas Torreira) y Federico Valverde; Nahitan Nández (60’ Jonathan Rodríguez), Gastón Pereiro (46’ Giorgian de Arrascaeta) y Nicolás Lodeiro; y Cristhian Stuani (60’ Maximiliano Gómez).