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Una vuelta por el pasado
Escribe Juan Pablo Taborda

Una vuelta por el pasado: JJ. OO. de Sídney quedaron en el recuerdo del deporte uruguayo

En la edición asutraliana del máximo torneo deportivo, Milton Wynants se colgó la medalla de plata en la prueba de pista.

16.04.2019 10:00

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2019-04-16T10:00:00-03:00
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El 20 de setiembre del año 2000 fue y será una fecha histórica para el deporte uruguayo ya que ese día el sanducero Milton Wynants consiguió la medalla de Plata en los Juegos Olímpicos de Sídney.

Una medalla utópica por donde se la mire. Para el 2000 se habían cumplido 36 años que Uruguay no conseguía una condecoración olímpica (en esa oportunidad fue la de Bronce a través de Washington Cuerito Rodríguez, en Tokio) y 50 de la última presea de plata (Eduardo Risso en remo en Londres 1948).

El velódromo Dunc Gray fue el escenario donde el uruguayo obtuvo el 2º lugar en la prueba por puntos tras 160 vueltas. Wynants consiguió 18 unidades y quedó por detrás del campeón del mundo, el español Juan Llaneras, y por delante del ruso Alexey Markov.

Cabe señalar que el "Gorra" logró participar de la misma tras una wild card (carta invitación) ya que no lo había conseguido de forma directa.

Cuando finalizó la prueba no sabía en qué puesto finalizó. Era casi una certeza que había conseguido la medalla de bronce pero tuvo la duda si había alcanzado la de plata. Fue su técnico, Hugo Scrycky, quien se lo quiso confirmar pero el atleta quiso asegurarse con el tablero electrónico.

Uruguay festejó el logro del sanducero y fue motivo de charlas durante varios días. El nombre de Wynants estuvo en boca de todos y dejó una marca que a través de los años se seguirá valorando, más aún cuando, en competiciones posteriores, Milton se encargó de demostrar que no fue obra de la casualidad su logro en tierras australianas.

A su regreso tuvo múltiples homenajes entre los que se destacó la Orden al Mérito Deportivo que recibió del Poder Ejecutivo por parte del presidente de la República de ese entonces, Jorge Batlle. La distinción se entrega a quienes se han destacado a través del deporte.

La imagen del ciclista oriental dando la vuelta en la pista del velódromo con la bandera celeste en sus manos fue una constante en las emisiones televisivas. Wynants se convirtió en un héroe nacional y dejó en claro que en base a esfuerzo, amor propio y dedicación, los objetivos que uno se plasma pueden lograrse.