Una vuelta por el pasado: Cuando el fútbol fue la excusa hace 50 años para la guerra

Por Juan Pablo Taborda | @jptaborda74

Durante las eliminatorias para el Mundial de México 1970, se produjo el choque entre Honduras y El Salvador de 1969 por la segunda fase de la clasificación norteamericana en un momento crítico para la relación entre ambos países.

Diferencias por problemas de tierras con reformas agrarias de por medio entre otros hechos crearon un ambiente tenso posicionando el duelo de eliminatorias como la posible gota que podría rebasar el vaso para que se produjera un conflicto armado.

En el partido de ida en Tegucigalpa (Honduras), la selección local se impuso 1-0 el 8 de junio de 1969. Siete días después, El Salvador goleó en su casa al elenco visitante por 3-0 en un choque que incluyó agresiones a la delegación.

Al quedar la llave igualada (en esa época no se decidía por diferencia de goles), se realizó un tercer encuentro en México que finalizó con victoria de El Salvador por 3-2 el 27 de junio.

Sin embargo, el conflicto ya estaba programado. El 14 de julio, fuerzas salvadoreñas ocuparon suelo hondureño a través de un ataque aéreo que produjo una respuesta similar por parte de los agredidos. La guerra duró seis días (más tarde pasaría a ser "la guerra de las 100 horas) gracias a la intervención de la Organización de los Estados Americanos (OEA) pero el enfrentamiento causó miles de víctimas.

Recién en 1980, once años después, se restablecieron las relaciones entre los dos países y 12 años más tarde, en 1992, se estableció la frontera definitiva en La Haya. 

En 1969, El Salvador consiguió la clasificación al Mundial tras derrotar a Haití luego de tres partidos, combinado que había accedido a la final de la eliminatoria tras dejar afuera en la segunda fase a Estados Unidos.