Contenido creado por Maximiliano Latorre
Una vuelta por el pasado
Escribe Juan Pablo Taborda

Una vuelta por el pasado: “El Manteca” Martínez, el jugador compartido por los dos grandes

Sergio Martínez vistió tanto la camiseta de Peñarol como la de Nacional y tuvo el gesto de marcarle a ambos equipos.

07.05.2019 14:13

Lectura: 4'

2019-05-07T14:13:00-03:00
Compartir en

Por Juan Pablo Taborda | @jptaborda

Sergio Daniel Martínez Alzuri, más conocido como "el Manteca", nació en la ciudad de Montevideo el 15 de Febrero de 1969.

Pese a su altura, un 1.72 mts, su función en la cancha era de centro delantero. De gran habilidad para amagues y enganches y su capacidad para desmarcarse en espacios reducidos lo hacían un jugador infalible dentro del área. Llegó a convertir más de 190 goles en los clubes que jugó.

Su debut en primera división fue en 1986, en aquel entonces Club Atlético Defensor (hoy Defensor Sporting Club). Con la camiseta violeta jugó hasta 1991, con la que conquistó en 1987 el segundo campeonato uruguayo del equipo del Parque Rodó además de la Liguilla Pre-Libertadores de 1989.

En 1991 se puso la camiseta aurinegra y en un comienzo no fue del agrado de la hinchada carbonera. Sin embargo, caería en gracia en el mirasol luego de convertir un gol clásico en octubre de 1991 para la victoria de Peñarol por 1 a 0 ante Nacional. Con el aurinegro no consiguió títulos.

Pero lo mejor estaba por venir, ya que en 1992 cruzó el charco y recaló en Boca Juniors, uno de los equipos más populares de la Argentina (para muchos el más grande).

Pocos imaginaban el idilio de la "12" con el uruguayo, cuyo clímax se daría con el gol que Martínez le marcó a River Plate en ese año y que le daría la victoria al equipo bostero. A partir de ahí sería un jugador fijo en el once titular al ser el verdugo del equipo millonario.

Dirigido por "el Maestro" Oscar Washington Tabárez, ese equipo de Boca Juniors logró cambiar la historia en los Torneos Locales ya que en 1992 rompió la sequía de 11 años sin títulos. Ese año, ese equipo obtendría el Apertura de ese año que provocó el delirio de toda la parcialidad. El "Manteca" por su parte, a fuerza de goles, fue un pilar en el éxito deportivo del club.

En 1993 conquistó un título internacional con Boca Juniors, la devaluada Copa de Oro Nicolás Leoz en la que fue el goleador con 2 tantos.

También fue el goleador en el torneo local en dos ocasiones con la blusa xeneize en el Apertura de 1993 (12 goles) y el Clausura de 1997 (15 goles).

Martínez generó una relación amorosa con el club en base a goles. En las cinco temporadas en Argentina (1992 a 1997), anotó en 87 oportunidades que lo posicionan hasta el momento como el séptimo goleador en la historia del club.

Entre 1998 y 1999, tuvo un pasaje por el fútbol europeo. Su destino fue el Deportivo La Coruña de España en el que tuvo muy poca participación debido a varias lesiones que lo relegaron en el equipo. Fue ahí cuando Martínez "pateó el tablero" y volvió al fútbol uruguayo, nada menos que a Nacional.

A fuerza de goles, "el Manteca" se fue ganando el corazón del hincha tricolor que al principio se resistió al delantero por haber confesado ser hincha del tradicional rival.

El destino quiso que él fuera el goleador de las finales del Campeonato Uruguayo 2000, al anotar los dos goles de Nacional (1 a 0 en la ida y 1 a 1 en la revancha), justamente ante Peñarol, para conquistar el título.

Sumó a su vez un título más a nivel local con la blusa alba, en 2001, año en el que puso fin a su carrera deportiva.

Con "la celeste" tuvo 35 participaciones y anotó 5 goles, jugó el Mundial de Italia 90', se coronó campeón de la Copa América en 1995 que se realizó en Uruguay y tuvo el honor de anotar el último penal en la definición por penales ante Brasil.