Sergio Toto Núñez, delantero uruguayo que debutó en Primera División en Peñarol, está en el AE Larissa de la segunda categoría del fútbol griego desde enero. Vio una oportunidad europea para mostrarse y tener el rodaje que no tenía en su país, y viajó junto a su novia. Hoy, según narró en diálogo con Todo pelota, de Carve Deportiva, está sufriendo un calvario.

“Me encuentro viviendo en un hotel desde que llegué en enero. No he cobrado. Por suerte estoy con mi novia, que habla inglés, y yo me comunico por ella. He ido a la oficina del club a pelear por temas de dinero. Nunca había vivido esta situación, que es la peor que he vivido en el fútbol”, contó Núñez.

Rescindir y volverse

“A la semana que llegué, debuté con gol y asistencia. Pensé que lo del hotel sería una pasada, 15 días como mucho. En el contrato tengo firmado casa y auto, que nunca aparecieron”, narró el sanducero de 22 años, quien se mantiene en la diaria con dinero que le giraron desde Uruguay.

“Es una situación incómoda porque estamos en un cuarto de 5x5. Saliendo de Peñarol vine a cobrar mucho menos a Grecia, donde solo vi una oportunidad que en su momento me pintaron como un gran club. Me voy desilusionado. Estoy hablando con abogados para que me paguen, rescindir el contrato y ver qué me depara el futuro”, agregó.

Envió una carta de intimidación de pago a través de su abogado, y el plazo expirará este jueves. “El abogado Felipe se ha portado bien conmigo. Supuestamente mañana se cumple el plazo para que sea jugador libre. He pasado tan mal que me quiero ir, pero tampoco me quiero ir sin nada. Es mi trabajo”, señaló.

Quedó “solo” y con “10 euros para comer”

“El mánager que estaba en el club cuando llegué, que jugó en el Arsenal, ya no está más. Debuté y a la semana se paró el campeonato porque los equipos no cobraban. Renunciaron todos y quedé solo. Fue una locura”, dijo Núñez, quien disputó apenas tres partidos con el primer equipo y sigue yendo a entrenar.

El Toto comentó que desde la institución “han mentido” sobre su forma física. “Dicen que no jugué por una lesión, que en su momento la tuve y fue un esguince de tobillo. Ahora dicen a los medios que no juego por mi esguince, y mienten. Ya estoy al 100%, pero yo no puedo decirlo porque no tengo cómo comunicarme”, comentó.

Núñez, cuyo contrato con Peñarol vencía en junio, extendió el vínculo hasta diciembre y partió a préstamo. “Acá estaba a préstamo hasta diciembre y no lo voy a cumplir por todo lo que he vivido”, dijo, y destacó que Ignacio Ruglio y otros directivos carboneros “están siempre presentes” y le “ofrecieron dinero para volver”.

“En el hotel no tenemos para cocinarnos. En un momento teníamos 10 euros y no nos daba ni para comer. Pensaba en mi novia. En Peñarol nunca me tocó vivir algo así. Por ahí el fútbol de Grecia no es de lo mejor, pero pensé: ‘Es Europa’”, explicó, y agregó: “Lo que viví acá espero no vivirlo nunca más en mi vida”.

Apuestas y “presidentes mafiosos”

Núñez lamentó que la comunicación con sus compañeros de equipo “es muy difícil” por la barrera idiomática y porque “son un poco fríos”. “La gente de Uruguay se preocupa si precisás algo. Acá, vaya y pase”, dijo.

“Como los equipos no pagan, me he enterado que los jugadores se hacen expulsar o meten goles en contra porque el nivel de apuestas es altísimo. Te podés esperar cualquier cosa”, expresó.

El Toto lamentó haber caído “en un equipo en decadencia que estuvo en primera muchos años y ha ganado alguna copa griega”. “Viene algún presidente a poner plata, pero son todos mafiosos. En la cancha andan con tres o cuatro de seguridad, y con armas”, concluyó.