Contenido creado por Gonzalo De León
Fútbol Internacional
Se dio vuelta la tortilla

Premier League: Bournemouth anotó a los 9 segundos, pero Arsenal lo ganó en la última

Arsenal le ganó al Bournemouth con un gol a los 97 minutos y sigue líder, sacándole 5 al Manchester City, que derrotó al Newcastle.

04.03.2023 14:29

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2023-03-04T14:29:00-03:00
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Superado ya el minuto 96, el tiempo añadido establecido en un primer momento, al borde del 97, en el último córner, llevado al límite por el Bournemouth, con dos goles de desventaja a la hora de encuentro, el Arsenal sólo fue por delante en el marcador unos segundos a lo largo de más de hora y media de vibrante duelo, en los últimos instante, con el gol agónico de Reiss Nelson que puede valer una Premier League.

El Arsenal perdía por 1-0 desde el vestuario. 9 segundos nada más tardó el visitante en convertir, el segundo más rápido de la historia de la liga. Del saque de centro, en la primera jugada del encuentro, a través de siete toques entre tres jugadores, el Bournemouth, el penúltimo de la clasificación al inicio de la jornada, trasladó el balón del círculo central hasta la red del arco de Aaron Ramsdale, con un gol culminado dentro del área por Billing, indetectable en esa acción.

El Arsenal, el intratable líder casi toda la temporada, el equipo que se había repuesto a las dudas de febrero, cuando encadenó la desconocida racha en este ejercicio de tres jornadas seguidas sin ganar, incluida la derrota contra el Manchester City, jugó en desventaja 70 minutos contra el penúltimo, capaz de vencer sólo cinco de sus 25 choques, incluido este sábado, encomendado de inmediato a la resistencia, por la primera ofensiva rival entonces.

Primero más intensa, con Neto vestido de súperheroe para contener el 0-1 a los tres minutos y 19 segundos, con dos paradas extraordinarias a Odegaard, al que sacó una mano izquierda magnífica, y a Saka, al que opuso su cuerpo, con el que repelió el remate de su oponente a apenas un metro; después más intermitente, entre otras cosas porque el Bournemouth defendió bien en los minutos posteriores. Al descanso, aguantaba el 0-1.

No sólo eso, sino que, aparte de que tampoco sufría en exceso para conservar la renta, salía al contragolpe. De hecho, no anotó el 0-2 en el minuto 20 porque Ramsdale se cruzó salvador en el remate de Ouattara. El contraataque fue perfecto, con la conducción de Solanke, el desmarque de Billing y el pase al medio hacia Ouattara. Le sobró el guardameta contrario. El Bournemouth, con 69 pases en todo el primer tiempo, ganaba 0-1. Un éxito.

Sin Gabriel Jesús y sin Nketiah, indisponibles aún, sin Trossard, lesionado al minuto 22, el líder necesitaba goles. Pero también ocasiones. No había creado tantas como debería. No había sido un ciclón insoportable para el Bournemouth. Ni mucho menos. No había resurgido aún el Arsenal a la afrenta del gol tan rápido. El marcador seguía immóvil 50 y tantos minutos después, en el 0-1, entre la urgencia que ya sentía el equipo de Mikel Arteta.

Y, de repente, en el 57, en un córner, un testarazo de Marco Senesi dinamitó aún más el partido, disparó el desafío para el Arsenal y destrozó todos los pronósticos. En las últimas 15 jornadas tan solo había ganado dos encuentros, este sábado vencía por 0-2 en un estadio donde sólo se había impuesto el City en este ejercicio, pero donde el triunfo está al alcance de muy pocos, como anunció Thomas en el minuto 62, con el 1-2 dentro del área.

Y como comprobó el Bournemouth en el 70, cuando Ben White marcó el 2-2 que desató la apoteosis en la grada del Arsenal, reanimado al límite (antes, Ramsdale había evitado otro gol visitante, con una gran parada a Solanke) y reactivado en la carrera contra el crono, de la que salió ganador en el último instante, con la volea de Reiss Nelson en la penúltima jugada.

Chelsea convirtió un gol un mes y medio después y logró un triunfo en Stamford Bridge ante el Leeds por 1-0 con un tanto del francés Wesley Fofana. Rompió el maleficio el equipo de Graham Potter en un momento clave. Distanciado de cualquier aspiración de enjundia en la competición inglesa, mira a Europa.

Fue muy superior el Chelsea en el arranque. Fue de más a menos el combinado Blue, que pudo adelantarse al cuarto de hora en un mano a mano de Kai Havertz, en una arrancada desde el centro del campo, que desbarató el meta visitante Illan Meslier de manera milagrosa.

También tuvo su ocasión el portugués Joao Félix, que disparó desde la media luna, pero su tiro dio en el travesaño. El Chelsea tomó ventaja al inicio de la segunda parte. En un córner que botó Ben Chilwell en el minuto 53 y remató de cabeza Wesley Fofana. Respiró el cuadro de Potter, que se acercaba a un triunfo desconocido durante varias semanas.

Pero el Leeds, amenazado por el descenso, no se rindió. Al contrario, cuestionó hasta el final la victoria del equipo londinense. Tyler Adams lanzó desde fuera del área y el balón rozó un palo y a un cuarto de hora del final, Weston McKennie también pudo lograr la igualada.

Se mantuvo de pie el Chelsea, aunque el final se le hizo largo. Amarró el triunfo y se situó décimo en la clasificación, a siete puntos de la zona europea que marca el Newcastle, mientras que el Leeds queda a un paso del descenso.

Brighton goleó 4-0 al West Ham, ganó su segundo encuentro en las últimas cinco jornadas y mantiene el sueño de alcanzar las posiciones europeas, que tiene a tres puntos de distancia.

Primero, en el minuto 19, Alexis Mac Allister marcó el 1-0 para su equipo; en el 52 Joel Veltman anotó en el segundo palo, con el pecho, un saque de esquina del campeón del mundo argentino, y en el 61 Kaoru Mitoma sentenció el triunfo, cerrado por Danny Welbeck con el 4-0.

Otro frenazo para el West Ham, que volvió a la rutina tras su victoria de la última jornada. Sólo ha sumado dos triunfos en los últimos 12 encuentros. Sigue a dos puntos del descenso.

Un gol en propia puerta de Joachim Andersen, tras una pifia en el despeje desde el suelo tras un centro al área, resolvió el segundo triunfo seguido del Aston Villa, en terreno de nadie en la clasificación, sin aspiraciones aparentes por Europa ni riesgos por el descenso, frente al Crystal Palace, seis puntos por encima del antepenúltimo.

El tanto fue en el minuto 27 para el conjunto de Unai Emery, que jugó en superioridad numérica desde el 62 por la expulsión de Doucouré y que lamentó la lesión en el tobillo de Boubakar Kamara. El Crystal Palace encadenó su novena jornada sin ganar, con cinco empates en las últimas siete citas.

Adama Traoré le dio el triunfo al Wolverhampton ante el Tottenham por 1-0, alejó al conjunto que dirige el español Julen Lopetegui de la amenaza de descenso en la Premier y complicó el panorama europeo del cuadro londinense, aún amarrado a la cuarta plaza, de Champions League.

Tres encuentros sin ganar llevaban los wolves. Los resultados habían dado la espalda al buen nivel ofrecido por el equipo de Lopetegui que había saldado sus últimos compromisos con dos derrotas, un empate y solo tres puntos de distancia respecto a la zona baja de la clasificación, a la que lleva hacia la Championship.

Sobrevivió el Wolverhampton. Resistió especialmente en la primera parte, cuando estuvo a merced del ritmo impuesto por el Tottenham, crecido, impulsado por la dinámica que le han proporcionados el nivel ofrecido en sus cinco últimos compromisos donde había conseguido cuatro victorias para asentarse entre los cuatro primeros de la clasificación.

El coreano Heung-Min Son fue una pesadilla para los lobos. Los spurs aceleraron en el tramo final, pero no encontraron a Harry Kane ni tampoco el gol. La primera ocasión clara estuvo en las botas del cuadro londinense. En las del croata Ivan Perisic, de cabeza, pero fue respondida por el acierto del meta Jose Sa. Después fue Heung-Min Son. Se hizo el espacio en el área y tiró a puerta aunque fuera del larguero.

Más clara aún fue la del español Pedro Porro en el añadido de la primera mitad. En un tiro libre que repelió el larguero. Tenía pinta de gol y al meta local batido. Pero no entró. Vio el panorama Lopetegui que buscó la reacción en el banquillo. Y en el intermedio dio Nathan Collins y Adama Traore. Un movimiento clave, determinante. Especialmente la aportación del español.

Y eso que el Tottenham insistió. Son volvió a tirar al larguero. Sin suerte. Ante la desesperación londinense el Wolverhampton empezó a aparecer. A un cuarto de hora del cierre Matheus Cunha dio el primer aviso y después, Adama no falló.

Fue a ocho del final cuando los wolves hicieron el tanto que desequilibró el partido. Un disparo del mexicano Raúl Jiménez que despejó el meta Fraser Forster. El rechace cayó a Adama Traoré, dentro del área. Y su disparo entró. El acierto supuso el triunfo.

El gol alentó al Wolverhampton, ahora a seis del antepenúltimo lugar y frustró al Tottenham en una semana negra. Eliminado de la Copa por el Sheffield encajó un nuevo revés que pone en peligro su cuarto lugar de la Premier.

Más temprano en la mañana, los goles de Phil Foden y del portugués Bernardo Silva apuntalaron el triunfo ante el Newcastle del Manchester City (2-0), que acentúa la presión sobre el Arsenal, en el mano a mano que ambos clubes mantienen por el liderato de la Premier.

No cede el City que acumula un nuevo triunfo, el decimoctavo en la competición, y que agranda las dudas del Newcastle, últimamente venido a menos, sumido en un evidente bache que le ha apartado de la zona Champions de Inglaterra.

El arranque fue, de entrada, una declaración de intenciones. Al cuarto de hora tomó ventaja el equipo local en una brillante acción individual de Phil Foden que tras recibir el balón de Rodri sorteó a varios defensas hasta culminar su acción con un tiro certero que superó a Nick Pope y puso por delante a los locales.

Alargó su buena racha el atacante citizen que sumó un nuevo gol al doblete logrado contra el Bristol en la Copa y el anotado contra el Bournemouth en la pasada jornada. Pudo ampliar la ventaja a diez del descanso en una clara oportunidad que Erling Haaland. No está acertado el noruego que falló por poco y se quedó, de nuevo, sin marcar.

Dio la sensación de poder cambiar el panorama con el triuple cambio establecido por Eddie Howe a la hora de juego. Se la jugó el técnico visitante que sacó al campo a Alexander Isak, Joe Willock y Allan Saint Maximin. Dispuso del tirón de dos ocasiones para empatar. En las botas de Joelinton y después de Isak. No tuvieron acierto.

Eso marcó la diferencia porque cuando el partido pareció dar un giro el City lo terminó de cerrar. Fue con el tanto de Bernardo Silva que poco antes había saltado al campo en lugar de Kevin De Bruyne. Llegó en el 68, en un robo de balón de NathanAke que lo alargó hacia Jack Grealish y este a Haaland. No tuvo gol el noruego que, de primeras, asistió hacia Bernardo Silva. El luso se hizo un hueco y desde la frontal disparó. Y marcó. Y sentenció.

Fue un mazazo el gol para los Magpies que dejaron de creer. Cedió el partido al City que pudo obtener una victoria mayor. Cumplió el City, al acecho del Arsenal mientras el Newcastle se descuelga de las cuatro primeras plazas, las de Liga de Campeones, y pone en cuestión su puesto europeo.

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