Contenido creado por José Luis Calvete
Fútbol Internacional
Con el corazón en la boca

Pierre Webó fue al Monumental de Núñez y narró su vivencia: “me asusté mucho”

El delantero camerunés de Nacional tenía su entrada pero tuvo que saltar un molinete en plena avalancha para no terminar aplastado.

26.11.2018 15:53

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2018-11-26T15:53:00-03:00
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Pierre Webó concurrió el estadio Monumental de Núñez el pasado sábado para ver la segunda final de la Copa Libertadores de América. Tras lo que vivió, al observar en los canales de televisión lo que había pasado afuera, decidió que no volvería a ir si se jugaba el domingo. Para su fortuna, el caos vivido afuera lo agarró todavía en la tribuna, pero fue testigo de ese escenario casi bélico que hacía pensar en una tercera Guerra Mundial.

“Fui a la tribuna donde está la barra brava de River. Estaba en la Sívori baja, debajo de la barra. Con mi amigo Cavenaghi estuvimos hablando la semana pasada y me consiguió de último momento. Fue el primer partido que fui a ver, tanto acá como en Europa, porque como profesional siempre he tenido algo que hacer cuando hay fútbol”, contó al programa Último al Arco, de Sport 890.

“El ambiente fue tremendo. Nunca viví una cosa igual. Son muy agresivos y cuando van a la cancha se motivan mucho. Ya se notaba que con cualquier resultado podía pasar algo parecido a lo que pasó”, expresó, y recordó que tuvo “que caminar de 10 a 20 minutos para llegar a la primera barrera policial y ya se notaba el peligro”. A continuación, narró el difícil momento vivido al momento de llegar a los molinetes con su entrada magnética.

Tuve miedo

“Llegamos con tiempo y dentro ya estaba lleno. La gente que vino detrás de nosotros se puso a correr y nos asustamos. Muchos se cayeron y algunos pasaban por arriba de otros. Ahí me asusté y tuve que saltar (el molinete). Si no saltaba, me pisaban, como pisaron a algunos detrás de mí. Menos mal que estoy bien físicamente. Salté cuando entré y me di cuenta que los 30 que estaban detrás de mí no tenían entrada y saltaron también. Tuve miedo porque entre los muchos que se cayeron había niños y mujeres. Eso sí que me asustó mucho. Los que saltaban estaban muy agresivos. Fue un momento de miedo”, reveló.

“Yo soy profesional y adentro de un estadio nunca había vivido una cosa parecida. Escuchaba decir a la gente que si no se jugaba se pudría todo y que ‘a los bosteros les vamos a hacer esto y lo otro’. Incluso mujeres. Menos mal que los que informaban (por los altoparlantes) fueron tranquilizando bastante a la gente y al final salió bien. Cuando cantaban era una cosa impresionante lo que se motivaban. Contagia. Pero veías que si salía mal, poca gente iba a salir del campo. Menos mal que se jugó sin público visitante y que salimos a las 19. Si se avisaba de la suspensión a las 17 iba a ser más difícil”, comentó.

Webó estuvo cinco horas en el estadio y sin señal en el celular. Tras anunciarse la suspensión, caminó 40 minutos hasta Palermo para conseguir un taxi. “Ahí nos dimos cuenta de lo que había pasado. En la calle había vidrios, piedras, contenedores rotos y quemados, coches destrozados. El amigo con el que estaba me dijo que guardara el celular. Estábamos casi incomunicados dentro del estadio y no sabíamos lo que había pasado afuera. Cuando agarramos señal (en el celular) y nos dimos cuenta de lo que había pasado nos llegaban los mensajes. Mis amigos y familiares tenían miedo y paramos en un parque a contestar. Mi mujer estaba en España y vio que abrieron el informativo con esas noticias. Dentro del estadio no se vivió eso que pasó en las calles”, narró.

En África pasan cosas, pero a esta magnitud no

Desde el punto de vista del futbolista profesional, consideró que “la posición de no jugar” por parte de los clubes “fue muy acertada”, y agregó que “habría que tomar medidas muy importantes”. “Tampoco quisiera estar en el ómnibus de River cuando vaya a jugar a La Bombonera. Estas cosas hay que cortarlas por el bien del fútbol argentino y del fútbol mundial”, opinó, y recordó: “somos personas”.

“Si voy a jugar un partido y a un compañero o a un funcionario del club le pasa algo de eso, no me voy a sentir con las fuerzas para jugar. Muchas veces en África pasan cosas, pero a esta magnitud no. Que se lastime a un jugador no. Pero si se mata a uno, la televisión con la presión que tiene con la gente… Somos conejitos de indias. ‘Que jueguen, que jueguen’. Después si se muere hacemos un minuto de silencio como si solucionara algo”, concluyó.

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