Oscar Ustari: “Es muy valorable lo que hace el jugador uruguayo desde todo punto de vista”

“El fútbol es amplio y mientras la pelota ruede uno debe andar detrás de ella”, fue la primera respuesta del argentino Oscar Ustari al programa ‘Locos por el Fútbol’, de FM del Sol, ante una pregunta que muchos uruguayos se hicieron al confirmarse su arreglo en Liverpool: “¿Qué hacés acá?”

El arquero de 33 años se mostró “sorprendido” con lo que se encontró en el equipo negriazul. “A medida que van pasando los días es cuestión de adaptación. Nunca había vivido algo similar. El responsable de mi llegada acá es el entrenador, Paulo Pezzolano”, contó el nacido en el pueblo América, en el oeste de la provincia de Buenos Aires.

“Después de una lesión que tuve, dije que hasta que no me viera bien físicamente no iba a escuchar ofertas. Muchas veces la gente se aprovecha de la situación de uno para faltarle el respeto y hacer cosas que no se deben. Yo había decidido no atender más entrenadores porque me habían estado tomando el pelo”, recordó, pero hizo una excepción con el Papa.

“Mi representante en un momento conoció a Paulo y lo escuchó. Me había hablado bien de él y un día me dijo: ‘Atendelo y fijate cómo piensa’. Lo atendí y le dije que no lo quería atender porque había tenido malas experiencias. Él me cantó las cosas como son y me dijo: ‘Si querés venir, para nosotros sería algo increíble. Si no, lo entiendo’. Yo estaba ahí de retirarme y a punto de cumplir 33 años. Quería retirarme y empezar una nueva etapa, pero Paulo me dijo un par de cosas y pensé: ‘¿por qué no?’ Hoy gracias a Dios me siento muy cómodo en el club”, reveló.

La infraestructura con la que se encontró en el fútbol uruguayo dista mucho de los clubes en los que militó. Ni en Independiente, Getafe, Boca Juniors, Almería, Sunderland, Newell’s Ols Boys ni Atlas de México chocó con algunas realidades que hoy lo hacen pensar que “es muy valorable lo que hace el jugador uruguayo desde todo punto de vista; desde que se levanta hasta que se acuesta”.

“Para aguantar situaciones que te toca aguantar, tanto sea en el día a día o el fin de semana con estados de las canchas y vestuarios, tenés que ser muy cabezón y muy terco. Tenés que querés triunfar. Gracias a Dios tengo amigos uruguayos con los que compartí otros equipos, y les toca vivir otra realidad cuando salen de su país. Ahora entendés por qué del otro lado del charco resaltan y valoran más algunas cosas. A veces hay que aguantar cosas y no sólo tenés que ser futbolista”, expresó.

Sobre vivir en Montevideo, reconoció que le “encanta”. “Yo soy de pueblo y no me gustan los lujos. Me pego dos duchas por día, gracias a Dios tengo las cuatro comidas del día y una familia con salud. Con eso ya es suficiente. El uruguayo es muy cálido con el argentino y a nosotros nos gusta venir para este lado porque es una forma de tener los pies sobre la tierra. Acá es buenísimo ver a la gente en la vereda con su boina tomándose un mate. Al que le tocó estar en las grandes ciudades sabe que eso es difícil de ver”, ponderó.

Con las costumbres más típicas de los uruguayos se siente familiarizado. “En mi pueblo lo primero es el asado y después el resto. Yo tomo mate todo el día, y tomo amargo. Tuve de compañeros a Guillermo Rodríguez, a Marcelo Méndez y a Sergio Orteman. Yo era chico y me hicieron probar una yerba de acá que ahora llevo 15 años tomando. Con Guille Rodríguez yo quería jugar y que él fuera titular y capitán; me llegaban con poca fuerza y eso es bueno cuando uno anda con pocas luces”, recordó.