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"Quiero llegar a la final y si lo hago, voy a dejar todo por la medalla", había dicho el nadador uruguayo Enzo Martínez a FútbolUy días antes de viajar desde Estados Unidos para competir en el Sudamericano de Deportes Acuáticos que se está desarrollando en Argentina, algo que cumplió con creces.
Es que el 19 de marzo de 2021 quedará marcado en los libros de historia de la natación celeste por el nacido en Maldonado, se quedó con la medalla de oro en los 50 metros libres de la natación, un hecho que hacía 19 años que no lograba Uruguay (Serrana Fernández en 2002) y 29 si hablamos exclusivamente de la rama masculina (Gustavo Gorriarán en 1992).
Pero si le faltaba épica a la definición, fue con un crono de 22.44 segundos, el mismo que el venezolano Alberto Mestre y el brasileño Lucas Peixoto (los tres de oro), mejorando su récord nacional y también la marca "B" clasificatoria a los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.
"Fue una locura todo lo que pasó", contó Martínez sobre lo vivido en Buenos Aires: "un momento increíble que tuvo de todo y premió el trabajo personal y de muchas personas que hay detrás".
Imparable
El uruguayo de 26 años, está radicado en Estados Unidos desde los 18, cuando consiguió una beca para estudiar en la Universidad de Florida (se recibió en la carrera de Negocios Internacionales), para luego unirse al "Gator Swim Club", equipo de elite conformado por graduados (figuras mundiales como Caeleb Dressel y Ryan Lochte) y del que forma parte hasta el día de hoy.
"Estoy muy contento", aseguró y confesó que la llegada de la prueba que le valió el oro estuvo fuera de lo común: "cuando toqué el panel y miré para el costado vi al brasileño festejando arriba del andarivel, eso me llevó a mirar enseguida el tablero con los resultados y ahí vi que el carril 7 (donde nadó) decía puesto 1. Giré la cabeza de inmediato para la tribuna donde estaban mis compañeros y los uruguayos festejando, algo que me hizo caer definitivamente la ficha de lo conseguido. Salí y apenas pude llamé a mi familia y mi novia para contarles".
"El momento de subir al podio fue increíble", recordó con algarabía: "nos subimos y tocaron los tres himnos. Esos instantes, cuando suenan los acordes y lo cantás con un puñado de uruguayos presentes, te estremece al máximo, es emoción a flor de piel".
"De allí en adelante el teléfono no paró de sonar", explicó y dijo: "la verdad que llegué al Sudamericano tras una competencia en San Antonio (EEUU) donde no tuve mis mejores tiempos, pero al nadar los 100 metros libres ya vi que estaba bien. Es más, le dije al entrenador que para los 50, que es lo mío, me sentía con el tanque lleno".
El camino
Enzo Martínez contó que esta consagración: "es un gran orgullo, ya que pasaron muchos referentes en todos estos años de la natación de nuestro país y tener la distinción de ganar el oro es una gran caricia a todo el trabajo realizado".
"Espero que sirva para dejar un camino para la generación que viene y las que sigan llegando, para que Uruguay pueda pelear más medallas y el crecimiento sea constante".
"Esto me pone más cerca de Tokio, pero también sabemos que hasta junio hay que seguir peleando, así que no se pude aflojar un segundo", cerró.
El nadador ya tiene su pasaje marcado para retornar a Estados Unidos, con la felicidad de haber colocado su nombre en la historia de la natación celeste y con la convicción de seguir entrenando muy duro porque "el trabajo, en algún momento paga".
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