Luis Suárez y Jordi Alba buscaron de mil maneras ser amonestados. El salteño no pudo

Más allá del triplete que le anotó al Girona para el 6-1 del Barcelona sobre el equipo de Cristhian Stuani, la noche de Luis Suárez no fue completa el pasado sábado. El salteño buscó ser amonestado para quedar suspendido de cara al duelo con Las Palmas, previsto para este jueves en Gran Canaria, y asegurar su presencia en el choque del domingo con Atlético de Madrid en el Camp Nou.

En la misma situación que el uruguayo estaba el lateral Jordi Alba, quien cumplió su cometido a los 87' con una burda infracción. Sin embargo, el 9 fracasó en esa misión pese a hacer casi todo lo que estaba a su alcance. En un partido en el que marcó tres tantos, lo único que no intentó fue sacarse la camiseta en alguno de los festejos.

Un informe de la televisión española mostró a Suárez cometiendo una falta a un rival, parándose delante de la pelota ante un tiro de esquina en contra, tocando el esférico con la mano durante una jugada y luego colgándose de la pierna de un adversario. Hasta hizo efectivo un saque lateral, algo que nunca hace, con el único fin de demorar la reanudación para ver la amarilla. Pero ni así pudo. El árbitro Javier Alberola advirtió sus intenciones y no le mostró el anhelado cartón amarillo.