Contenido creado por José Luis Calvete
Peñarol
Quintas partes

Gregorio Pérez y su historia con Peñarol

Gregorio Pérez comenzará su quinto ciclo como director técnico de Peñarol, donde gestó el quinquenio de oro, ganó cuatro de los siete campeonatos que jugó y dirigió el último clásico por Copa Libertadores, que terminó en goleada. Del plantel actual, dirigió a tres jugadores.

06.09.2011 10:07

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2011-09-06T10:07:00-03:00
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Gregorio Pérez llegó por primera vez a Peñarol hace 18 años. En 1993 le dio al club la estabilidad que le había faltado durantes varias temporadas, en las que desfilaron entrenadores de todo tipo: buenos, malos, regulares y muy malos. Proveniente aquella vez de Gimnasia de La Plata, fue el gestor del segundo quinquenio de oro en la historia de la institución. En su primera campaña, cortó una racha de siete años sin títulos ganando el último Campeonato Uruguayo que se jugó a dos ruedas.

En 1994 y 1995 ganó finales contra Defensor y Nacional respectivamente. En Copa Libertadores, no pudo trascender a pesar de tener un plantel que, por nombres, estaba capacitado para pelear cosas importantes, con Pablo Bengoechea, Marcelo Otero, Darío Silva, Federico Magallanes y Antonio Pacheco entre otros. Con el título de 1995 se fue por la puerta grande para dirigir a Independiente y Cagliari en 1996. Los malos resultados en el exterior, sumados a la nada buena relación de Jorge Fosatti (campeón en 1996) con los referentes del plantel, propiciaron su primer retorno a la institución en 1997.

En ese año, Peñarol ganó la tabla anual gracias a un sprint final impresionante que incluyó ocho triunfos al hilo con dos clásicos ganados de atrás. No pudo ser mejor el cierre de ese 1997, al grito de “¡quinquenio quinquenio!” retumbando en el Centenario con el equipo aplastando a Defensor en dos finales.

Pero todos los romances se acaban en algún momento, y el idilio de esas cinco temporadas con una pequeña interrupción, en nada se pareció al complicado 1998. Arrancó dulce, con triunfos clásicos sobre Nacional: 2-1 en Maldonado y 4-1 en el Centenario el 18 de marzo, cuando el Gallegol Ramírez fracturó a Nelson Olveira en el último antecedente entre los grandes del fútbol uruguayo por la Copa Libertadores.

Luego, los tricolores cortaron la posibilidad del sexenio, algo que sólo Olimpia de Paraguay logró en Sudamérica. El mal momento se extendió a la Liguilla de 1998, cuando un gol de otro planeta de Leonel Pilipauskas le dio a los papales la clasificación a la Libertadores 1999 y dejó a Peñarol sin competencia internacional. Por ello, no se le renovó el vínculo a Gregorio y lo sustituyó Julio Ribas, quien precisamente fue su verdugo en ese nefasto cierre de 1998.

Pasaron cuatro años para su retorno. Tras tres años de Ribas en los carboneros y apenas un título, Pérez asumió en 2002 y tuvo una campaña mejor en los números que en los resultados. En lo internacional, desaprovechó una inmejorable oportunidad para meterse en semifinales de la Libertadores, siendo eliminado por penales por Sao Caetano tras ganar 1-0 en la ida en Montevideo y empezar ganando en la revancha.

En el plano local, fue el equipo que más puntos sumó en el año y el que hizo más goles. Con su criticado estilo de hacer jugar al fútbol, anotó más que el atildado y promocionado Fénix de Carrasco, en épocas donde se jugaba un Torneo Clasificatorio en el primer semestre. Al no haber tabla anual y no ganar el Apertura ni el Clausura, no estuvo en la definición. Tampoco jugó Liguilla, ya que al ganar el Clasificatorio se aseguraba su presencia en la Libertadores 2003, copa que no pudo dirigir.

Para ese año, volvieron los dirigentes a no renovarle el contrato y Diego Aguirre apareció para sustituirlo, por lo que el nacido en Gregorio Aznares hace 63 años pasó por Danubio, Olimpo de Bahía Blanca y Argentinos Juniors, para volver a mediados de 2006 en un momento muy crítico. Pasaron varios entrenadores como Luis Garisto, Fernando Morena y, de forma interina, Mario Saralegui, pero no aparecían los resultados.

Su retorno llevó a Peñarol a volver a pelear el título. Fue el único rival que al menos dio pelea al gran Danubio de la temporada 2006/07 que tenía un cuadrazo, con Walter Gargano, Carlos Grosmuller e Ignacio González en la mitad de la cancha, y Hamilton Ricard y Edinson Cavani en ataque. Dos claros triunfos clásicos aumentaron su crédito, 4-1 con doblete de Egidio Arévalo Ríos y baile incluido, y un contundente 3-0 jugando con 10 hombres con el brasileño Silvio Mendes como artillero por partida doble.

Dio pelea, le ganó en la última fecha a Danubio en Jardines del Hipódromo y forzó una final por el Clausura 2007, pero cayó por penales en el Centenario y dieron la vuelta los dirigidos por Gustavo Matosas, precisamente sustituto de Gregorio pocos meses después, cuando su salida se concretó a través de un mensaje de texto.

En total fueron siete campañas completas (1993, 94, 95, 97, 98, 2002 y 2006/07) las que dirigió, logrando cuatro campeonatos. Era, hasta este momento, el único técnico carbonero en lo que va del Siglo que nunca dirigió un torneo incompleto. Julio Ribas, Luis Garisto, Fernando Morena, Manuel Keosseian, Julio Ribas, Víctor Púa y Diego Aguirre, o bien tomaron al equipo con la temporada empezada, o bien dejaron su cargo antes de lo previsto.

En sus etapas anteriores, dirigió a tres jugadores del plantel actual. En 1997 llegó a Peñarol Marcelo Zalayeta y jugó todo esa temporada con goles importantes. En el primer semestre de 2002 tuvo a Darío Rodríguez, hasta que fue transferido al Schalke 04 tras el Mundial de ese año, y en 2006/07 le dio minutos a Alejandro González en edad de sub 20.

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