El futbolista español José Antonio Reyes, quien falleció el sábado pasado en un accidente de tránsito en el que también murió un primo suyo, circulaba a más de 220 kilómetros por hora, según confirmó la Guardia Civil de Tráfico española.
Si bien señalaron que no se puede saber, al menos de momento, la velocidad exacta a la que viajaban, sí se pudo comprobar que era superior a 220 km/hora en un tramo que está limitado a 120.
El siniestro tuvo lugar sobre las 11:40 horas del pasado sábado en el kilómetro 18 de la A-376, en dirección a Utrera, en el término municipal de Alcalá de Guadaíra (Sevilla).
Reyes, amante de los autos, conducía un Mercedes S550 Brabus, en el que viajaban también dos primos del jugador, Jonathan Reyes, que falleció en el acto, y Juan Manuel Calderón, que sigue grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Según todos los indicios, el exceso de velocidad fue la causa que provocó la salida de la vía del Mercedes y su vuelco. El vehículo se incendió y quedó calcinado.
Reyes y su primo Jonathan, que viajaba en el asiento trasero, fallecieron, mientras que Juan Manuel Calderón, que iba de copiloto, resultó herido y consiguió salir del auto.
La Guardia Civil no descartó que otro de los factores que propiciaron el accidente fuera la distracción.
El director general de Tráfico en funciones, Pere Navarro, señaló este martes que la investigación aún no ha concluido pero recordó que "salida de vía, vuelta e incendio es un problema de velocidad".
EFE
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