El clásico del Prado entre Wanderers y River Plate finalizó igualado 1-1

El partido comenzó con un juego dinámico de poca marca en zona de volantes y con la mira puesta en llegar al área rival, buscando con velocidad desequilibrar las defensas de turno.

El juego iba de área a área, intentando los darseneros generar circuitos por derecha, mientas que los bohemios hacían lo propio por izquierda.

Si bien Wanderers tenía mayor posesión de pelota, River se acercaba con mayores posibilidades al arco de Burián, probando con algunos remates que el buen arquero bohemio controló con tranquilidad.

Mauro Da Luz era el pistón del fútbol ofensivo de los dirigidos por Carrasco, que apostaron a su velocidad y gambeta en largo, mientras que Ignacio González que apareció en cuenta gotas, dejaba en el debe a los bohemios, obligando a Blanco a tener que bajar a buscar la pelota, lejos del área albirroja.

El complemento comenzó con la misma tónica del primero, poca marca en la mitad de la cancha y llegadas de escaso peligro, no sufriendo mayormente los arqueros que se limitaban a organizar la defensa.

La más clara de ese tramo se dio a los 55' cuando Mauricio Gómez de tiro libre probó y obligó a Oliveira a volar para despejar al corner.

Pero los darseneros reaccionaron, Fernández primero y Machado después tuvieron sus ocasiones, pero definiciones fallidas mantuvieron el cero en el juego.

El mismo se quebró a los 61' cuando en una buena acción ofensiva de los bohemios apareció Ignacio González exigiendo con fuerte remate a Oliveira y en el rebote, Rivero, de cabeza puso el 1-0 parcial, quebrando la sequía de goles.

Pero los de Carrasco no se quedaron quietos y de la mano de Da Luz salieron con todo a buscar la igualdad, la que consiguieron a los 75' por intermedio del ingresado Richard Porta.

Una corrida por derecha del juvenil que a velocidad fue incontenible, terminó con un centro medido que el Canguro de primero pateó para vencer a Burián y poner las cosas 1-1.

De allí en más, ambos equipos buscaron no descuidarse en el fondo y tratar de golpear a su rival, ya sin suerte, cerrando la igualdad y el reparto de puntos en el arranque del Uruguayo Especial.