Darwin Núñez: De estar a punto de “dejar de jugar” a un presente que promete en Peñarol

“Ellos estaban muy en línea. El Mota (Gargano) me dijo que me parara con ellos para aprovechar mi velocidad y fue lo que pasó; aproveché mi velocidad y la pude meter”, fue el primer análisis de Darwin Núñez sobre su triplete para el 4-0 de Peñarol ante Boston River.

Sus tres goles aumentaron la diferencia en un score que abrió otro surgido en la cantera aurinegra como Brian Rodríguez. “Somos de la casa y sabemos lo que es representar a esta camiseta; es algo muy lindo. Enzo (Martínez) está jugando muy bien y Brian también. Me quedo contento por ellos”, señaló.

Este buen presente anotador lo llevó a recibir pedidos de fotos con varios de los alcanzapelotas, que son jóvenes de las formativas carboneras. “Es algo muy lindo porque yo también estuve ahí donde hoy están esos gurises. Me gustaba venir de alcanzapelotas. Estoy contento porque vinieron a pedirme fotos y eso es muy lindo para uno que pasó por ahí”, dijo.

“Siempre dije que quería llegar a Primera División y aposté a entrenar para eso. Cuando subí a Primera, escuchar a los más grandes y sumar experiencia. A los gurises chicos les digo que sigan y que no dejen de soñar porque es muy lindo jugar en Primera”, agregó.

Claro que el buen momento contrasta con algunas dificultades que tuvo a nivel sanitario hace no tanto tiempo. El 2 de febrero de 2017, con 17 años, fue sometido a una operación de ligamentos cruzados. El 22 de noviembre de ese mes debutó en Primera División ante River Plate en el Saroldi, y al mes siguiente le operaron la rótula de la misma rodilla.

“Pasé por una lesión fea que me llevó un año y cinco meses. Por momentos quise dejar de jugar, pero mi familia y mis compañeros siempre estuvieron ahí y me dieron para adelante para que siguiera. Me propuse eso y hoy estoy con más fuerza que nunca”, contó, y reconoció que hoy lo deja “feliz hacer un gol en el Campeón del Siglo”.

Tanto de Leonardo Ramos como de Diego López sintió “ayuda y apoyo”.”En el comienzo Leo siempre me apoyó. Yo no estaba bien. La vez que jugamos contra River yo no estaba preparado, pero él me dijo que iba a apostar por mí. Tuve que apretar los dientes y jugar ese partido. Después, como todos ya saben, me operé la segunda vez”, recordó.