Contenido creado por José Luis Calvete
Fútbol Internacional
Chaval y gurí

Conocé al arquero del Besiktas turco, español de sangre uruguaya y seleccionable

“Se me mueve algo en la barriga y el corazón porque me gustaría”, dijo el español Fabricio sobre la posibilidad de defender a la Celeste.

27.11.2017 17:20

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2017-11-27T17:20:00-03:00
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Fabricio Agosto Ramírez, arquero de 29 años que juega en el Besiktas, tiene nacionalidad española y uruguaya. Sus padres son orientales y hace tres décadas partieron a Gran Canaria, donde nació y se crio. No recuerda haber estado en el país de sus progenitores, pero perfectamente puede ser elegible para defender a la Celeste.

“Mis padres se fueron porque mi abuelo era canario y decidieron moverse a Gran Canaria. Mi abuelo quería regresar y ellos hicieron las maletas”, contó Fabricio al programa Último al Arco, de Sport 890, y reconoció que sólo pisó suelo uruguayo una vez y tenía poco más de un año.

“He jugado con varios uruguayos como el Lolo Estoyanoff, Sebastián Taborda, Gustavo Munúa, Andrés Lamas y Leandro Cabrera, y tengo un muy buen recuerdo de ellos. Tengo amistad con el Chori Castro y su padre y mi padre eran amigos. Siempre he tenido buena relación con los jugadores uruguayos y argentinos”, explicó.

“Todos ellos sabían de mi vínculo con Uruguay y se sorprendían porque mi acento nada de uruguayo. Cuando conocieron a mi madre se dieron cuenta de dónde venían mis raíces”, contó, y dijo tener algunas costumbres charrúas: “cuando me caliento me sale alguna puteada en uruguayo. Soy carnívoro, como buen uruguayo, pero la costumbre del mate no la tengo porque mi madre no era muy arraigada al mate; sólo si se juntaba con uruguayos”.

Fabri, como se lo conoce en Europa, es oriundo del Deportivo La Coruña y pasó por Valladolid, Recreativo de Huelva y Betis, hasta que volvió al Deportivo para ser titular y afianzarse en la temporada 2014/15. En la siguiente campaña no pudo disputar ni un partido por una lesión de rodilla, por lo que al año siguiente emigró por primera vez.

A mediados de 2016 pasó al Besiktas, club con el que fue campeón de la Súper Liga turca disputando 32 partidos como titular. Hoy su equipo está clasificado a octavos de final de la Champions League tras haberle ganado a Porto, Leipzig y Mónaco en el grupo G, donde marcha invicto.

Sigue los partidos de la selección uruguaya porque su madre “lo siente mucho”. “Lo que diferencia a los uruguayos es que son muy patriotas y sienten mucho el ser uruguayos. Es una bendición, como quien dice”, agregó Fabri, quien tiene como “cuenta pendiente” viajar con su madre al país de su sangre. “Ella lleva 30 años en Canaria y no ha podido regresar. Es un viaje que tengo pendiente. Me gustaría conocer el país de mis padres y mis raíces”, dijo.

El arquero del Besiktas no sabe si alguna vez estuvo en el radar del cuerpo técnico de la Celeste, pero se ilusiona. “Me saqué el pasaporte por si algún día se diera esa circunstancia, pero no sé qué grado de cercanía pude haber tenido con alguien de la selección”, reconoció, y se mostró abierto a un llamado.

“Soy muy joven y me quedan muchos años de fútbol. Se me mueve algo en la barriga y el corazón porque me gustaría. Sería una bonita experiencia en una gran selección como la uruguaya, que siempre pelea por los títulos y ganó muchos mundiales y Copas América. Es un país pequeño pero con cojones”, concluyó.

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