Clausura: Rampla Juniors y El Tanque Sisley empataron 1-1 en el Olímpico

El partido comenzó de trámite intenso, con dos equipos que querían quedarse con los tres puntos y la apuesta ofensiva, ante defensas algo inestables que daban oportunidades a sus rivales.

La primera del partido la tuvo el brasileño Leo Bahía que tras una linda triangulación entre Nicolás Prieto y un pase preciso de Alex Silva, quedó mano a mano ante Sebastián Britos que achicó y ganó el mano a mano.

Pero El Tanque también apostó al arco de enfrente y así fue como un balón al área encontró a Juan Pablo Fagúndez, que le ganó a los defensas y definió de media vuelta, pero su intentó se estrelló en el palo.

El cotejo era de ida y vuelta y los dos tenían chances, Panzariello volvió a avisar con remtar a distancia para los picapiedras y Diego De Souza por la misma vía para los fusionados.

Pero el gol de la apertura llegó a los 23' cuando el norteño Bahía le robó una pelota a Anderson Silva en la salida y eso lo dejó de cara al gol ante Britos una vez más pero esta vez no falló: encaró, amagó y definió para el 1-0 parcial.

De allí al cierre de la primera etapa los visitantes reaccionaron, sabedores de la importancia de sumar para escapar del descenso y tuvieron sus chances que no supieron concretar, por ejemplo con un cabezazo de Alexis Ramos.

Inflar las redes

En el complemento Antúnez apostó a dar vuelta el trámite adverso y para ello apostó al ingreso de Juan Cruz Mascia y Joel Burgueño en ofensiva, lo que le cambio la cara a su ataque.

Y rápidamente eso le dio frutos, ya que una jugada que inicio Burgueño pasó por De Souza y terminó en Mascia, culminó con una buena definición del ex tricolor para poner el 1-1.

Resultado que se ajustó mucho más a lo visto en cancha, aunque El Tanque no se conformó y fue a buscar más, de la mano del propio Mascia y Ramos que tuvieron dos chances claras.

De allí al cierre los dos trataron de desnivelar, pero las defensas comenzaron a ganar preponderancia y los espacios a desaparecer. Alguna falta táctica, muchas más ganas que fútbol y la seguridad de sumar al menos una unidad, sellaron el 1-1 que repartió honores en el Olímpico.