Clausura: Peñarol, sin sobrarle nada, derrotó 1-0 a River Plate en el Saroldi

Peñarol salió dispuesto a buscar el partido y con ello trató de ofender desde el comienzo a un rival que primero buscó pararse bien defensivamente para luego pensar en el arco contrincante.

Una buena jugada que se inició por derecha le dio la primera clara a la vista, luego de combinar Viatri con Guzmán Pereira y este, de cara al arco, perdió el duelo con Nicola Pérez que tapó en buena acción.

River recién sobre los 10' logró generar algo cuando un disparo de Da Luz se fue elevado, mostrando que conataba con armas para complicar la última línea mirasol.

Por la zona derecha, el veloz jugador darsenero hacía diferencias ante Lucas Hernández y de sus pies vino un centro a Boné, que no pudo definir con claridad por el medio.

Viatri era lo más peligroso en los de López, cada vez que el balón pasaba por el había cierta sensación de peligro, incluso tuvo un remate que se fue ancho, augurando sus intenciones de desnivelar.

Las pelotas quietas fueron el medio elegido por los carboneros para acercarse al gol y fue así como Formiliano y el Cristian Rodríguez con intentos desviados y Viatri que obligó a un depeje en la línea avisaron la cercanía de la apertura.

La misma llegó a los 41', cuando un desborde de Rojo por izquierda terminó en un centro que Viatri cabeceó y rebotó en Barone, la pelota derivó al centro del área, donde el Cebolla recogió para rematar cruzado y vencer a Nicolá Pérez.

Un 1-0 que cerró esa primera etapa, de corte entretenido, muchas acciones y un resultado exiguo que prometía más festejos en el complemento.

En el segundo tiempo River creció en la cancha y comenzó a presionar a su rival, que se replegó y se limitó a tratar de cerrar caminos y defenderse en pos de una contra que les diera tranquilidad.

Un cabezazo de Juan Manuel Olivera que tapó Dawson en buena forma y un tiro libre que Jones estrelló en el travesaño, encendieron las alarmas aurinegras que no encontraba caminos para salir del asedio del que era parte. 

Peñarol sufría en cancha y de no mediar por su golero la situación pudo ser peor. Un centro de González que Olivera cabeceó en el área, obligó a una volada estupenda del 12 mirasol para mantener invicta su valla.

De allí al cierre la pelota fue darsenera pero ya con poca claridad, López que había apostado a defender dando ingreso a Novick en zona de volantes, daba indicaciones ordenando la defensa, que se extremó al máximo para no recibir goles

El pitazo de Ostojich hizo respirar a más de un hincha, tras 45' recostados sobre su arco, pero asegurando el 1-0 de la primera etapa para sumar su primera victoria en el Clausura y en la era Diego López.