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Fútbol uruguayo
Con autoridad

Clásico: Leodán González completó un buen arbitraje pese a algunas jugadas polémicas

El árbitro pudo haber expulsado a Fucile y también debió amonestar a Gargano. Peñarol también protestó un penal por una mano fortuita dentro del área.

20.10.2018 18:51

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2018-10-20T18:51:00-03:00
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Leodán González completó su segundo partido clásico como árbitro principal y tuvo una buena labor. Durante los 90 minutos no perdió el control del juego y los jugadores colaboraron sin protestar de manera exagerada ni generar encontronazos innecesarios, a veces habituales en estos partidos.

En la primera mitad amonestó correctamente a Fucile, a Ocampo y a Formiliano, por faltas cometidas en zonas del mediocampo. Las jugadas dudosas fueron posiciones adelantadas. Nacional terminó ese período con cuatro y Peñarol con una, no todas ellas correctamente sancionadas, pero al mismo tiempo todas muy finas para la apreciación a simple vista.

Lo más difícil para el árbitro sucedió en el segundo tiempo. Primero Fucile barrió de forma muy violenta a Darwin Núñez en el sector de la esquina contra América y Colombes. Si bien el futbolista tricolor se llevó la pelota al saque de costado, su suela golpeó al jugador de Peñarol con los tapones. Por la vehemencia y la imprudencia pudo haber sido amonestado. Hubiera sido la segunda amarilla.

También en una incidencia similar, Estoyanoff se tiró feo sobre América y Colombes sobre Fucile. El de Peñarol solo tocó la pelota, pero pudo haber sido amonestado por imprudencia y vehemencia.

Otro sustituto carbonero debió haber sido amonestado. Walter Gargano volvió al fútbol y en su regreso cometió dos infracciones en las que perfectamente se pudo haber llevado una tarjeta amarilla.

Posibles penales

Fabián Estoyanoff reclamó un penal cuando se aprontaba para definir por el sector derecho del ataque. Si bien hubo contacto de Espino, que tomó mucho riesgo e incluso sujeto al jugador de Peñarol, el Lolo exageró la caída y la repetición mostró el acierto del árbitro. 

Las dos principales polémicas también fueron en el área tricolor. Más temprano, a los 50 minutos, un saque de costado lanzado al área golpeó en el brazo del Toro Fernández que estaba de espalda y no vio la pelota. Luego del rebote fortuito golpeó en la mano de Erramuspe que estaba haciendo el movimiento para pegarle de derecha al centro que le iba a caer.

Los jugadores aurinegros pidieron penal, pero el árbitro no lo interpretó de tal forma y el reglamento lo ampara. "La posición de la mano no presupone necesariamente una infracción" dice la regla que además aclara que si "el balón llega de forma inesperada" puede no ser una falta. Tal pareció ser la interpretación del juez.

Jugada peligrosa

Por último la más clara. En la jugada del gol del empate, Viatri recibe en su cara el impacto de la suela de Fucile que levantó la pierna de forma peligrosa y llegó a contactar al jugador. De no haber sido gol, debió sancionarse penal, pero incluso con el gol convertido, era una infracción pasible de amonestación, al menos, y nuevamente Fucile pudo haberse ido expulsado.

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