Chris Namús “enojada y frustrada” tras su derrota: “Gané siete u ocho de los 10 rounds”

Chris Namús cayó ante la eslovena Ema Kozin este sábado en la ciudad alemana de Donauworth, donde estuvieron en disputa los cinturones de la Federación Mundial de Boxeo (WBF), Asociación Mundial de Boxeo Femenino (WIBA) y Consejo Mundial de Boxeo (WBC).

Si bien las tarjetas de los árbitros europeos la dieron perdedora en fallo unánime (98-92, 97-93 y 97-93) y considerando uno de ellos que ganó apenas dos rounds y los dos restantes que sólo se impuso en tres, la propia boxeadora uruguaya asegura que salió victoriosa en siete u ocho.

“Cuando recién dieron el fallo me bajé del ring y me sentí súper enojada y frustrada porque no sentí que perdiera”, contó Namús desde territorio alemán en diálogo con FútbolUy, horas después del combate pactado a 10 asaltos.

“Es fundamental la sensación que una tiene arriba del ring. Me pasó en otras peleas que no he terminado contenta, pero esta vez sentí bronca y frustración porque me sentí ganadora. Sé que no gané todos los rounds, pero gané siete u ocho. Me pareció bastante injusto”, opinó.

“Durante la pelea la vi a ella sentida. En dos o tres oportunidades vi que se le perdió la mirada y que quedó medio bizca. No le sentí ni una mano. En ningún momento me sentí mareada. Incluso me pegó unos cuantos cabezazos y nunca me sentí mal”, afirmó la pugilista de 33 años.

“Después empecé a escuchar los comentarios de la televisión de Uruguay y del resto de la gente, y todos habían visto lo mismo que yo. A la hora la dieron por TyC Sports y lo mismo; los periodistas argentinos me dieron ganadora a mí”, comentó.

“Luego me llamó (el relator argentino) Osvaldo Príncipi para decirme que me vio ganar siete u ocho rounds. Todo eso hizo que me sintiera mejor. A veces la percepción de uno puede estar errada, pero en este caso la mayoría de la gente vio lo mismo que yo sentí”, destaco Namús.

Más allá de la frustración por una derrota que considera injusta, valoró del combate de este sábado “abrió puertas” para seguir peleando en Europa, más allá de sentirse “frustrada porque hubiera sido hermoso tener ahora el título”.

“El mánager de ella se acercó a hablarme en el vestuario y me dijo que quiere hacerme pelear el año que viene. Eso me puso contenta. Tiene ganas de que sea campeona del mundo en una categoría más abajo, que en realidad sería la mía porque yo esta la di en el límite de abajo”, concluyó.