Luego de perder una final de Libertadores uno se encuentra en el fondo del abismo, es todo tristeza y uno se pregunta si podrá existir alguna forma de sentirse peor. 

Douglas Hassel Sales, de 32 años, no pudo tener una peor noche. Fue a ver a Flamengo a la final de la Copa Libertadores y cuando salió del Estadio Centenario fue a comer con sus amigos y mientras volvían al ómnibus que los llevaría a Brasil, un hombre con una pistola 9 milímetros disparó 14 veces contra su grupo.

Cuatro de esos disparos golpearon la rodilla y el pie izquierdo de Douglas. Junto a él otro hincha también fue ingresado por una lesión menor al hospital. A pesar de que Sales necesitaba una cirugía, se decidió darle de alta para que se opere en su país y pueda volver lo antes posible.

Un tema importante es que en el informe que lo autorizaba a volar por los doctores, se indicaba que debía viajar en un lugar espacioso, tendido e inmovilizado. Un lugar así en un avión cuesta cerca de U$S 900. 

Gracias a las redes sociales y una movida generada por sus amigos, Douglas fue puesto en contacto con Giorgian de Arrascaeta, quien le comunicó que pagaría su vuelo.

Listo para irse, y tendido en una cama del Aeropuerto de Carrasco, la aerolínea Gol le comunicó que no sería posible su acceso al vuelo ya que le faltaba un documento requerido en casos de pasajeros con antecedentes de enfermedad reciente.

La aerolínea no dejó que el brasilero abordara y perdió el pasaje que le había comprado el enganche de la Selección Uruguaya.

Una vez más el club tuvo que involucrarse para que su simpatizante pudiera volver al país. Fue así que el vicepresidente de Flamengo, Marcos Braz, llamó al hincha.

“Él (Marcos Braz) dijo que harían todo lo posible para sacarnos de allí”, dijo Josimar, amigo de Douglas. “Estábamos muy conmovidos”.

La aerolínea sacó un comunicado explicando que “en el momento del check-in, además de la ausencia de MEDIF (documento requerido en caso de enfermedad), se detectó la necesidad del pasajero de permanecer inmóvil y que, por lo tanto, no sería seguro para él continuar en el vuelo, ya que la compañía no podría garantizar las condiciones necesarias”.

Lo que pedía la empresa que transportaría a Douglas era tiempo para poder generar el espacio en su avión ya que los boletos estaban vendidos y precisaban asegurar más espacio para la camilla en la que se quedaría inmovilizado.

Gol aseguró que demoraría un par de días en encontrar el espacio. Sin embargo, con la ayuda del consulado, la directiva del Fla pudo acelerar el proceso y logró que embarcaran en el día de ayer (jueves 2 de diciembre).

Ya llegó a su casa.