Básquet: Agustín Ubal, la joya uruguaya del Barcelona que jugó pick and roll con Gasol

Agustín Ubal llegó al Barcelona en agosto de 2019 y este lunes, con 18 años recién cumplidos, dio su primera nota desde que dejó el Club Malvín para vestir la casaca culé. Ya con la mayoría de edad están permitidas las entrevistas y dialogó en extenso con el programa ‘Básquetbol de Primera’ de Radio El Espectador sobre su presente y el futuro, ese que ya se veía cuando lideró a una selección U15 que en 2018 fue subcampeona de América en el gimnasio de Atenas.

La última noticia que había llegado sobre él fue el título obtenido a nivel U18 con paliza sobre el Real Madrid en la final. El oriundo de Náutico aportó 12 puntos y con los hechos terminó dándole la razón al argentino Rubén Magnano, director técnico de la selección uruguaya mayor, quien decidió no convocarlo para el Preolímpico que la Celeste disputó en Canadá pese a que es el talento con mayor proyección junto a Santiago Véscovi.

“Me llamó en su momento y hablamos. Yo venía arrastrando una lesión y él me dio su opinión. Tomó la decisión y está perfecto. Estuve totalmente de acuerdo porque con el club tenía muchos compromisos que realizar y estaba en una situación bastante comprometida. Él dio el primer paso”, destacó Ubal. Magnano explicó en aquel entonces que era más importante para el desarrollo del jugador que disputara la Euroliga y las finales del torneo español.

“Iba a jugar campeonatos de muy alto nivel y tenía un contrato que cumplir. Aunque el club me había dado el ok para viajar, tenía que cumplir el contrato y decidimos que era lo mejor. Puede ser que la experiencia con la selección me dejara muchas buenas cosas, pero fue la decisión de Rubén. Es un gusto hablar con él y que se ponga del lado del jugador. Que además de ser buen entrenador sea buena persona. Le estoy muy agradecido por cómo manejó la situación”, ponderó Ubal.

Escuchando consejos y con contrato recién firmado

Hoy se encuentra de vacaciones en Montevideo y entrena en el Centro Enfoque junto a jugadores de mucha experiencia como Leandro García Morales, Bruno Fitipaldo, Federico Bavosi, Sebastián Izaguirre y los hermanos Osimani, entre otros. “Desde el primer momento me agarraron como a un sobrino y me tratan así. Estamos todo el día juntos, me aconsejan y vamos a comer. A mí eso me deja muchas cosas”, destacó.

“Aprender de tantos fenómenos que han vivido tantas cosas a lo largo de sus carreras me sirve un montón”, comentó, y dijo que Claudio Pereira, el contratista de él y de todos esos jugadores, le recomienda escucharlos. “El Pata siempre me dice que todo lo que pueda aprender de esos cracks lo tengo que usar en la cancha y en la vida”, agregó Ubal, quien pese a sus casi dos metros de estatura se desempeña como base o escolta.

En unos días deberá pegar la vuelta a Barcelona, donde lo espera su novia española, ya con la certeza de haber renovado el contrato por dos años en el club. “Estoy muy contento por la confianza que me dan desde el primer momento. Terminé la etapa de juvenil y pasé a senior, que es un contrato profesional. Jugaría en el segundo equipo, que compite en Liga EBA. Mantengo la ilusión intacta de llegar al primer equipo”, comentó.

Subiendo escalones en La Masía, y sin dejar de estudiar

Transitando el mismo camino llegó el argentino Leandro Bolmaro, hoy integrante del plantel olímpico con su selección. “Leandro jugó dos años en el filial, después jugó en el primer equipo y ahora se va a la NBA”, agregó sobre el escolta que defenderá a los Timberwolves de Minnesota. Su sueño pasa por ahí: “Llegar al nivel más alto del básquet. Me gustaría centrarme en lo que estoy ahora e ir paso a paso. Si todo sale bien, ganarme un lugarcito en el primer equipo del Barcelona y después vemos hasta dónde llegamos”.

“La competencia la tenemos adentro todos los días porque todos los jugadores que integran el plantel son de altísimo nivel. Es tremendo poder competir todos los días y es lo que te hace mejorar; entrenar al máximo porque el de al lado te puede comer. Así es como se entrena en los equipos de ACB, de Euroliga y de NBA”, agregó muy seguro de sus expresiones, con una madurez y un aplomo inusual para un chico de 18 años.

Hoy vive en La Masía, como todos los jugadores no catalanes que integran los planteles de cualquiera de las disciplinas del club. Ese recinto por el que pasaron Messi, Xavi e Iniesta, entre otros. Ahí mismo tiene un liceo, donde ya terminó quinto y empezará sexto. “Estaba haciendo social, que va para el lado del manejo de empresa. Me gustaría estudiar business, que ya lo tengo encaminado. Es este año y después me meto en la universidad”, explicó.

Suárez, Messi y Gasol

Esa cercanía con los demás deportes lo hace estar en contacto con el fútbol. “Los vemos pasar cuando vienen en sus autos. A Messi lo veo ahí y con eso me alcanza”, contó entre risas, y valoró un primer mensaje que recibió de Luis Suárez. “Un fenómeno. Apenas firmé, me mandó escribió diciéndome que estaba contento de que fuera al club y que me quería ver. Después vino la pandemia y no concretamos, pero el gesto lo hace más grande”, dijo.

Un gigante del deporte con el que sí pudo tener contacto fue Pau Gasol, quien tras dos décadas en la NBA volvió al Barcelona, el club que lo formó, pensando en los Juegos Olímpicos. El legendario pívot que cumplió 41 años este mes entrenó con los más jóvenes durante su puesta a punto antes de debutar con el primer equipo, lo que entusiasmó a Ubal en el relato.

“Antes de meterse en los partidos, Pau entrenaba con nosotros para ponerse en ritmo, así que pude compartir cancha con él. Me quedo tranquilo. Jugamos pick and roll a morir. Cuando lo vi entrar por la puerta y nos dijeron que iba a entrenar con nosotros no lo podía creer. Y más cuando nos da indicaciones; quedás paralizado”, narró emocionado el joven diamante uruguayo que el Barcelona está puliendo para hacer brillar dentro de no mucho tiempo.