Aníbal Lavandeira irá a Estados Unidos por el desafío de correr 700 kilómetros en 6 días

Aníbal Lavandeira es de esos “locos” que hacen del correr un estilo de vida, al punto que siempre se ponen un nuevo desafío por delante, un objetivo que va más allá de lo que muchos esperan y su próxima meta no escapa a ello.   

Lavandeira, a sus 52 años de edad, apuesta a dar otro salto de calidad, ahora cuando participe del 8 al 14 de noviembre en una travesía donde deberá recorrer 700 kilómetros en el denominado Marion Forest (reserva natural) de Carolina del Sur, en Estados Unidos.

Veinticinco atletas de todo el mundo mostraron su intención de participar de la cita en una primera instancia (él fue el único latinoamericano), de los cuales por diferentes motivos se sostuvieron doce y ahora está la posibilidad latente de que termine siendo el único que compita..

“En caso de completar el recorrido de la carrera con los plazos establecidos sería el segundo del mundo en lograrlo”, explicó a FútbolUy.

“Es un desafío de autosuficiencia”, explicó para graficar lo difícil del objetivo que tiene seis días para alcanzar: “la organización te prevé de agua cada 80 kilómetros y vos te tenés que encargar del resto. En cuanto a la comida llevaré sobres con polvo que se diluyen en agua y proveen de aminoácidos y las proteínas necesarias”.

“Es en el bosque se corre en todo momento”, relató y dijo que “hay que dormir por tandas cortas en el día ya que de noche es más complicado por el entorno salvaje”.

Preparación

Para realizar una gesta de este tipo, que incluye correr 700 kilómetros en seis días, Lavandeira expresó que lleva “una vida de preparación”.

“Corro desde los 7 años en forma ininterrumpida”, recordó repasando sus inicios: “desde los 20 comencé con las grandes distancias. Tengo una adaptación física impresionante, es un aspecto que cuido muchísimo, con nutrición, gimnasio y el mismo responde al entrenamiento de tantos años sin parar”.

Explicó que la preparación específica para esta carrera la inició: “en noviembre del año pasado (2020) y fueron meses que se hicieron muy largos, principalmente en la parte final. Es extenuante, con dobles y triples horarios diarios, mucho gimnasio, corriendo unos 300 a 350 kilómetros semanales”.

“En esto tenés que estar el cien por ciento en todo: mente, físico, perseverancia, consistencia. Me levantó a las cinco de la mañana para ir entrenar, sea invierno o verano, con lluvia, calor, frío, es decir, nunca se para. Con la pandemia jugó mucho la incertidumbre, pero fue otro desafío que superé”.

Estilo de vida

“Mi vida es igual a la ultramaratón”, dijo Lavandeira al explicar cuál es la motivación para encarar esta clase de desafíos: “hay que enfrentarlos con la cabeza hacia en alto y siempre mirando hacia adelante. El físico se va desgastando con los años, pero la mente se enriquece hasta el último día”.

“Lo cierto es que pasas por todo: alegrías, llanto, tristeza, frustraciones. Hay que saber superarse, seguir pase lo que pase y el premio es que te conozcas a vos mismo casi de memoria”.

“Se aprende a transformar flaquezas en poder. Mi vida hace 30 años es correr, enseñar a hacerlo bien, es lo que adoro hacer y esta carrera no escapa a eso”, dijo y cerró diciendo que lo que enfrentará en Carolina del Norte: “pone a prueba todo, no solo el físico, sino cada arista que te conforma como persona”.