No sobrevivió ninguno de los 104 tripulantes del avión estrellado en zona montañosa de Kabul.
Helicópteros holandeses hallaron ayer los primeros restos del boeing 737 estrellado durante una tormenta de nieve en una zona montañosa cercana Kabul, a la capital afgana.
En un primer momento se especuló con la posibilidad de la existencia de sobrevivientes, pero las expectativas se redujeron notablemente con el correr de las horas.
La embajada de Estados Unidos en Afganistán ya lo asumió y deploró públicamente la muerte de las 104 personas, entre ellas seis estadounidenses, que iban a bordo del avión de la compañía afgana Kam Air que se estrelló el jueves.
Los restos del aparato se encontraron a 20 km al este de Kabul, en el distrito de Bagrami, en lo alto de la colina de Chinary.
Seis de los ocho tripulantes son rusos, indicó Kam Air. Tres italianos también se encontraban a bordo, señaló un responsable de la embajada de Italia que no quiso ser identificado.
Un iraní, Farashid Salehi, que trabajaba para la ONG Ockender International, igualmente viajaba en ese aparato, señaló a la agencia AFP el jefe de operaciones de la organización.
Turquía señaló la presencia de nueve empleados turcos de una empresa de construcción en este avión.
