Contenido creado por Belén Fourment
Fútbol Internacional
Siempre yo te sigo

Con el fundador del club español Deportivo Celeste

"Humildad, garra y corazón" es el lema del Deportivo Celeste, un club de fútbol español que milita en la Tercera División Autonómica. Dos años atrás, un grupo de amigos oriundos de Uruguay decidió darle vida a esta institución, y sobre esta particular historia hablamos con uno de sus fundadores, Fabián Maldonado.

14.04.2014 00:56

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2014-04-14T00:56:00-03:00
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El 15 de mayo de 2011 un grupo de amigos uruguayos radicados en España decidió crear un equipo de fútbol. Motivados por la relación que los unía y el amor a un deporte que en su país de origen se inculca desde la cuna, se dejaron llevar por un sueño que ha crecido y que a dos años sigue vivo y latiendo fuerte.

El ahora Deportivo Celeste es un club federado que tiene más de un centenar de socios y a algunos no charrúas que igual sudan esa camiseta con un color que carga tanta historia. De todo eso dialogó uno de sus fundadores, Fabián Maldonado, con Montevideo Portal.

Querer, poder, hacer

"Soy jugador, fundador, presidente, capitán. Soy el dueño de la pelota, como decimos en Uruguay. Soy el que movió para hacer el equipo, el que puso más interés". Hace 10 años, en una época difícil para el país, Fabián se fue a España siguiendo los pasos de su madre. Era apenas un veinteañero y hoy, con 31 a cuestas, sigue conservando su acento uruguayo y su amor por esta tierra, y no se achica a la hora de hablar de la importancia que ha tenido en la historia del Deportivo Celeste.

La fundación de la institución fue hace casi dos años, y su primer partido en setiembre de 2011. "Nos inscribimos en una liga de peña; es un campeonato de barrio, digamos, sólo que más grande. En Uruguay, lo que acostumbrábamos a jugar era en una cancha, todo un día. Acá no. Somos un montón de amigos, coincidimos en la edad -andamos entre los 20 y los 30 años- y decidimos formar un cuadro de fútbol porque siempre estábamos jugando", recuerda Fabián.

En peña les fue muy bien, bajo el nombre de Peña Celeste. Supieron ser campeones, y eso los impulsó a seguir adelante y dar un paso más: federarse, y pasar a integrar la Tercera división Autonómica, un campeonato "más serio" que lo que hacían anteriormente. Esta categoría es regional, por lo que su organización dependerá de cada federación territorial, que responde a la RFEF. De ella dependerá la cantidad de equipos y de grupos que la conformen, y en este caso, el Celeste integra la de La Coruña.

"Sería como jugar en la C de Uruguay. Acá existe la Primera división, Segunda, Segunda B, Tercera; de Tercera pasás a Preferente y así siguen bajando. Nosotros seríamos la última categoría del fútbol español que está en la Real Federación Española de Fútbol. Y podés ascender, pero está muy complicado".

Es que ellos venían de destacarse por entrenar frecuentemente en una liga en la que eso no era común, y ahora todo es más parejo. "Nosotros le competimos a todos los equipos, pero en el segundo tiempo a nosotros nos mata. Aparte que somos algunos medios gorditos", dice entre risas. "El tema del entrenamiento nos mató. Ellos están preparados físicamente y nosotros vamos a pulmón. Es como jugar contra Huracán de Paso de la Arena, clubes que tienen algo atrás".

En este momento, el Deportivo Celeste se encuentra casi sin entrenar por cuestiones económicas, y jugando la copa, pues la liga, que tiene actividad todos los fines de semana, ya terminó. "Quedamos penúltimos, o un poco más arriba", bromea, porque "ligamos mal en algunos partidos, tuvimos muchas lesiones. Fijate que ya en el primer partido ya se quebró uno una mano. Al tercer partido se jodió uno los meniscos, después otro se jodió el pubis, después el golero se jodió la rodilla, por eso tuve que atajar yo. Estuvo salado".

La realidad de este club que tiene base uruguaya no es muy diferente a otras tantas instituciones profesionales en materia de sanidad. Pero en otros sentidos, como en el de cubrir costos, sí, y por eso el corto camino que les ha tocado transitar ha sido duro.

Siempre adelante

Fabián jugaba en un equipo federado y era compañero de Lorenzo Sánchez, un mexicano que jugaba de arquero. "Y lo fundamental para armar un cuadro es un golero, sino tenía que ponerme yo", dice, y ríe. "Le dije la idea, se prendió y es el golero nuestro hasta el día de hoy. Después se fue prendiendo gente, porque hacemos convocatorias por internet todos los años. Ponemos en los foros, y la gente que quiere jugar manda correo al club o nos va llamando. Ahora tenemos tres españoles, un colombiano, un peruano y el mexicano. La base fundamental es de los uruguayos; por eso le pusimos Deportivo Celeste".

Además del nombre, el club tiene un escudo parecido al de la Asociación Uruguaya de Fútbol, y tiene como lema "Humildad, garra y corazón". A pesar de toda la identificación con el paisito, todos los "extranjeros" se sienten a gusto. "El más recatado sería el peruano, que es muy de él, no le va mucho la joda nuestra, y nosotros somos muy jodones. Pero los gallegos re bien, impecable. Son más uruguayos, hasta putean en uruguayo. Ya llega un momento que se prenden, están re contentos. Además fuimos campeones en la liga de peña y eso motivó mucho".

Eso de jodones se traduce en las fiestas que hacen, que incluyen una comparsa de tambores, y en una banda que tienen, con la que tocan en cervecerías y pizzerías para recaudar dinero para el club. Es que los costos que tiene que asumir el plantel son bastante altos, y eso los afecta.

"Este año estuvo complicado entrenar. Normalmente por el trabajo se entrena en la noche; nosotros dos veces por semana, a veces tres. Ahora hace un mes que dejamos de hacerlo porque se nos complicó con el dinero. Fijate que cada ficha de jugador vale 120 euros, y somos 19. después inscribirnos en la liga nos costó 1000 euros, más otros mil de árbitros, más las multas. Llevamos gastados en este año cinco mil y pico".

"No te vayas a hacer el vivo porque te multan", asegura Fabián, que explica que la plata trae emparejada otra diferencia con el resto de los equipos, que están más preparados: "se les lesiona un golero y ellos van y fichan uno, y a nosotros se nos lesiona y se complica".

La manera de sostenerse, dice su fundador, es "a pulmón. Tuve la suerte de tener un buen trabajo y metí mucha guita. Después están las rifas, las fiestas y los socios; tenemos muchos socios, uruguayos y no uruguayos, 120. Cada uno paga 20 euros por año, y al final de la temporada se les regala una cena de despedida, gratis. Hacemos un asado de obsequio".

La cantidad de socios, bastante buena para la categoría, tiene una relación directa con Walter Pandiani, una suerte de padrino del Deportivo Celeste. Pandian los hizo famosos y conocidos a los ojos de la prensa. ¿Por qué? "Lo contactamos por internet, el loco se prendió y nos ayudó mucho, le dio mucho bombo", recuerda Fabián. En esa época, el hoy delantero de Miramar Misiones jugaba en España, y La Coruña, donde está este club, lo adoraba.

"Le mandamos si podía hacer un video, se prendió, largamos el video en Facebook y nos llamaron de periódicos, de todos lados, porque acá Pandiani es un ídolo. Estuvo bárbaro; además nos consiguió el tema de la cancha. Porque para presentarnos en la federación gallega de fútbol teníamos que conseguir una cancha, y estaba complicado para alquilarla, porque cada partido te sale 50 mangos. Tuvimos la suerte que él habló con una persona acá en La Coruña y nos la dieron gratis para jugar. Nos salvó", recuerda con agradecimiento.

El recuerdo y el agradecimiento no es sólo para el Rifle, sino para otra tanta gente que los ayuda, como la familia del entrenador Gustavo Domínguez, también uruguayo: su hija les hace de secretaria y su mujer "es la que nos lava la ropa, la que nos banca, la que aguanta la mala hostia del marido y la que nos filma los partidos". Algunos se pueden ver completos en YouTube.

Remar y seguir

En 10 años que la mayoría del grupo lleva en España -"el que menos lleva es Darío, que es el delantero, que jugó en Liverpool en Uruguay y lleva tres años"-, les ha tocado pasar buenas y malas. El fútbol, claro, siempre ha sido compañía. Cuando se le pregunta por la crisis, la respuesta de Fabián es contundente: "Uf".

Él admite que no tiene problemas, que cuando se fue su madre estaba allá para apoyarlo y que luego siempre tuvo trabajo. "Ahora, en el grupo de nosotros hay gente que la está pasando mal. De 19 que somos en el cuadro, hay nueve o 10 que no trabajan. Está muy jodida la mano, y así y todo los sacamos adelante. Por suerte hay un grupo y lo estamos sacando adelante".

Dentro de las buenas, les tocó vivir juntos en el país del campeón, el Mundial de 2010. "Lo vivimos, como dicen acá los gallegos, de puta madre. No esperábamos que Uruguay llegara tan alto, y cuando iba avanzando nos empezamos a juntar. Porque acá estamos un poco abiertos; si no fuera por el fútbol, estaríamos todavía un poquito más abiertos en La Coruña".

"Pero cuando Uruguay salió campeón de América fuimos a festejar donde festeja el Deportivo cuando sale campeón. Y eso era impresionante la cantidad de uruguayos que había, pero impresionante. No se sabía de dónde habíamos salido". Como hace cuatro años, de cara a lo que se viene en Brasil tampoco hay mucho optimismo. "Está complicado", dice Fabián, "pero ya estamos programando para mirar los partidos en la sede. Que la gente venga, colabore con nosotros y estamos todos juntos mirando los partidos".

Volviendo a poner la mente en el Deportivo Celeste, también lo que viene será difícil. "Este año fue mucho '¿a qué vamos a jugar?', '¿cómo vamos a jugar?'. Porque el técnico quiere que juguemos al fútbol pero está complicado, porque ellos corren y meten como animales. Para el año que viene ya tenemos tres uruguayos más que se prendieron y también un argentino". Para cerrar, avisa: "este año va a ser de experiencia, y el año que viene ya los vamos a agarrar".

Montevideo Portal | Belén Fourment