La historia de Tahití, sensación mundial

El 10 de junio de 2012, Tahití le ganó a Nueva Caledonia por 1-0 en el Estadio Lawson Tama de Honiara, capital de las Islas Salomón, ante aproximadamente 9000 personas, y se coronó campeón de la Copa de las Naciones de la OFC por primera vez en su historia, sumando otro logro histórico: el de clasificar a la Copa de las Confederaciones.

Una vez realizado el sorteo para este evento, en el que en 2011 se había metido la selección uruguaya por obtener la Copa América, se supo que el representante de Oceanía se mediría al de Sudamérica, y la interrogante apareció.

La Copa de las Confederaciones se fue acercando en 2013 y los detalles de Tahití fueron surgiendo. En la madrugada del 6 de junio arribó la delegación a tierras brasileñas, con llamativas camisas rojas con flores blancas, alejadas de los habituales trajes que suelen lucir las selecciones cuando viajan.

El entrenador Eddy Etaeta dijo en sus primeras declaraciones que la presencia de seguridad y de muchos fotógrafos los sorprendió de inmediato, y explicó que la decisión de llegar con tiempo a Brasil se basó en la necesidad de que sus jugadores se acostumbraran a la situación particular que implicaba este evento. "Esperamos conquistar el corazón de los brasileños y contar con el apoyo de su afición", manifestó. Su objetivo, al finalizar la competencia, estaba más que cumplido.

Lo hecho, hecho está

Tahití no llegó a la Copa de las Confederaciones por invitación, sino por haber ganado la Copa de las Naciones de la OFC (Oceania Football Confederation). En la fase de grupos, derrotó 10-1 a Samoa, 4-3 a Nueva Caledonia y 4-1 a Vanuatu, para clasificar a la siguiente invicto con nueve puntos. En la semifinal, sorteó por 1-0 a Islas Salomón, mientras que Nueva Zelanda cayó sorpresivamente ante los caledonianos por 2-0. Así, los tahitianos se quedaron con la victoria en el último encuentro por 1-0.

Con esto la selección de Tahití, representante de la Polinesia Francesa y es prácticamente colonia de Francia (sus ciudadanos son ciudadanos galos), poblado por una variedad de etnias y un poco menos de 200 mil personas repartidas en sus más de 1000 kilómetros cuadrados, se ponía en mente un largo viaje a Brasil.

Poco a poco fue circulando información de la selección encabezada por el técnico Eddy Etaeta: un equipo amateur, de 22 jugadores aficionados y sólo uno de trayectoria profesional, Marama Vahirua, quien jugó desde 1998 a 2012 en el fútbol francés (pasando por Nantes, Niza, Lorient, Nancy y Mónaco), para llegar a la liga griega, donde representó al Panthrakikos, equipo que no le renovó contrato.

El resto de los futbolistas juegan en la liga tahitiana. Algunos de ellos tienen trabajo, otros no, como el capitán Nicolás Vallar, que está buscando qué hacer. "Me gustaría trabajar en deportes, pero si encuentro otro trabajo lo tomo seguro", contó días atrás. Mikael Roche es profesor de educación física y Teheivarii Ludivion montañista. Además, cuatro de ellos son familiares: tres hermanos (dos mellizos) y un primo. Todos son, después de esta semana, héroes.

Stephane Faatiarau, Ludivion, Heimano Bourebare, Teaonui Tehau, Steevy Chong Hue, Lorenzo Theau, Alvin Theau y Stanley Atani ya tenían en su haber una competencia oficial de FIFA a cuestas: el Mundial sub 20 de 2009 disputado en Egipto, en el que perdieron por 8-0 ante España y ante Venezuela, y por 5-0 ante Nigeria, finalizando con un saldo de 21 tantos en su contra.

Por eso, el gol que convirtió Jonathan Theau ante Nigeria cuando el equipo ya perdía por 3-0, fue celebrado hasta el extremo por todo el grupo. No sólo la anotación fue histórica por ser la primera en este tipo de eventos globales, sino porque fue la primera hecha fuera las fronteras de Oceanía. Theau, camionero de repartos de profesión, cumplió el objetivo que se había trazado este grupo para llegar a tierras norteñas: "marcar un gol", según había confesado el técnico. "Marcar un gol aquí ya fue mucho", declaró tras la derrota por 6-1 ante Nigeria.

La cuenta de Twitter @TahitiFootball suma a estas alturas más de 21 mil seguidores, y fue el medio digital por el que también se pudo ver la alegría de este país por lo hecho en la Copa de las Confederaciones. "Gooooooooooooool!!!!! Tahiti!!!! Somos campeones!!! #NuncaRenunciar. Theau héroe!!!", publicó durante el partido contra Nigeria ese perfil, para luego poner "Vahirua es mejor que Messi".

Después de haber llegado a esa meta, Tahití se despidió de la competencia en fase de grupos, habiendo recibido 24 tantos en el arco defendido por Mikael Roche y Gilbert Meirel, de los preferidos por la afición. El primero confesó que "odio que me marquen tantos goles", y tras la goleada por 10-0 ante España se acercó a Iker Casillas para felicitarlo por su trayectoria. Pero cuando los periodistas le preguntaron qué le había dicho, sorprendió al responder "que si necesitan reemplazo para el Real Madrid, que me llamen", entre risas.

Roche celebró cuando Fernando Torres no pudo convertir de penal y Meirel lo imitó cuando lo hizo Andrés Scotti, siendo figura de su equipo.

Calor y cariño

Antes del debut de Tahití en la Copa, se supo que Etaeta les ponía en el vestuario a sus jugadores un audio de 80 mil hinchas en un estadio, pues su costumbre es jugar ante unos pocos cientos de personas.

A ese ruido se tuvieron que adaptar rápidamente, pues los brasileños los acompañaron durante sus tres presentaciones, con caras pintadas, carteles y continuas ovaciones, algo que ninguno de los futbolistas pudo dejar de reconocer. Vahirua, quien ha cobrado por jugar al fútbol, declaró que el apoyo del público "nos llegó al corazón". "Eso fue una victoria para nosotros", reconoció, sintiéndose "orgulloso".

"Nos consideramos campeones", dijo el entrenador, refiriéndose a la misma situación, por la que Roche confesó que "no entiendo este respaldo. En cierto modo, nos preguntamos el porqué de todo lo que nos pasa. Estamos algo confundidos. Es increíble que nos esté pasando todo esto cuando somos un equipo de desconocidos".

"Intentamos jugar con humildad, con nuestro corazón. Los brasileños aprecian el hecho de vernos dar todo lo que tenemos de forma tan sincera. Tenemos valores culturales y sociales comunes", repasó el guardameta.

@TahitiFootball agradeció constantemente el apoyo de los hinchas, y publicó este lunes que vivían "nuestras últimas horas en Brasil. Vamos a disfrutar cada minuto". "Las derrotas no importan, lo que importa es que jugamos con amor al fútbol y a nuestra nación. Estamos agradecidos de tener tantos seguidores", fue uno de los tuits del domingo.

"Todavía no podemos creer que participamos de la Copa de las Confederaciones. Suena como un sueño", fue otra de las publicaciones, además de "hicimos historia en la Copa. Nuestros jugadores son héroes. No somos los mejores, pero lo seremos algún día".

"No estamos avergonzados de los resultados tan abultados, pero sí orgullosos de participar en la Copa de las Confederaciones", fue la reflexión tras la caída ante la selección uruguaya. De hecho, durante ese partido, con mucho humor, quien está del otro lado de la cuenta informaba "Y cuando nuestro equipo toca la pelota la multitud grita ‘ole, ole, ole'", "Diego Pérez piensa que ellos ganan todo, pero en cuestiones de amistad y juego limpio, ganamos nosotros", "Penal para Uruguay. No de nuevo... Gol de Abel Hernández. Te amo Abel", "Amo a todas las personas, incluyendo a Fernando Torres y a Abel Hernández" y "Gol de Suárez. Te amo también".

Durante esta odisea, Tahití contó con el especial apoyo del Ibis Sport Club, equipo conocido como el peor del mundo. El club de San Pablo estuvo tres años y 11 meses sin ganar un partido y se ganó ese mote, entrando al Record Guinness.

@TahitiFootball: "Roche y el equipo tahitiano aman a @ibismania"

El domingo, los tahitianos abrocharon con una fiesta su paso por Brasil. Como en cada partido, antes de iniciar, cada uno de los jugadores entregó a uno de los rivales, incluyendo titulares, suplentes y miembros del cuerpo técnico, un collar a modo de souvenir, un adorno típico de su nación y que también ellos lucieron en los juegos.

Óscar Tabárez, hombre de gesto adusto y de habitual seriedad, no pudo evitar desplegar una sonrisa y abrazar a Eddy Etaeta cuando éste le puso el collar, mientras que sus discípulos hacían lo mismo. Al finalizar, hubo intercambio de camisetas y abrazos repartidos, por lo que en zona mixta no faltaron los elogios de los jugadores celestes, misma zona mixta en la que algunos esperaron con paciencia a Diego Forlán para pedirle que se sacara una foto con ellos.

Tahití fue derrotado por 8-0 ante Uruguay, y cuando el juego terminó, el grupo sacó banderas brasileñas para hacerlas pasear por la cancha, junto a una pancarta que rezaba "Obrigado Brasil". Una simbólica vuelta olímpica acompañada de la intensa ovación de los presentes terminó con su periplo.

Reviví el gol de Tahití ante Nigeria.

Reviví la vuelta olímpica de despedida de Tahití en la Copa de las Confederaciones.