Falleció Luis Cubilla

Si la Real Academia Española buscara un nombre y apellido para definir la palabra “ganador”, seguramente el del sanducero Luis Alberto Cubilla estaría dentro de una selecta lista de fuertes candidatos.

El Negro, como se lo apodó desde siempre, ganó 16 títulos como jugador, pero casi nunca rellenando un plantel. Su habitual picardía, olfato goleador y talento, hicieron que fuera partícipe importante de los logros en cada uno de los equipos que jugó.

Tras debutar en Peñarol en 1957, con 17 años, fue campeón uruguayo (cuatro veces), de América (dos veces) y del Mundo (una vez) con la camiseta amarilla y negra, lo que le valió el pase al Barcelona de España, donde no tuvo muchas oportunidades e igualmente ganó la Copa del Rey de 1963.

En 1964 se dio su llegada a River Plate, con el que fue subcampeón de América en 1966, y tres años después firmó con Nacional, donde jugó cinco temporadas y fue gran artífice del tetracampeonato 1969-72 con varios goles clásicos. Además, con la blusa tricolor ganó la Libertadores e Intercontinental de 1971, y la Interamericana de 1972.

Tras su pasaje glorioso por Nacional, ya con 35 años paseó su talento por el Santiago Morning de Chile para luego volver al Uruguay y escribir otra página de gloria, esta vez con Defensor. Por primera vez un equipo chico era Campeón Uruguayo en el profesionalismo y Cubilla brilló, sin la velocidad de antes pero con su experiencia multiplicada.

Como para demostrar que es humano, no dio vueltas olímpicas con la selección uruguaya pero integró el plantel en los mundiales de 1962, 66 y 70, convirtiendo el gol frente a Brasil en la semifinal del Mundial de México. Pocos días antes, hizo gala de su picardía frente a todo el mundo con la jugada que generó el gol de Víctor Espárrago frente a la URSS.

El título de 1976 con Defensor llegó junto a su retiro, y dos años después volvió a las canchas pero del otro lado de la línea de cal, consagrándose campeón paraguayo con Olimpia ya en 1978, 79 y 80.

En 1979 llevó al decano guaraní a su primera Libertadores (logro que repitió de su mano en 1990) y única Intercontinental, y con los años generó una relación de amor-odio con la O, teniendo seis ciclos al frente del primer equipo (totalizó 10 campeonatos paraguayos) y llegando incluso a dirigir a Cerro Porteño.

Fue director técnico de Nacional de Medellín, River Plate argentino, Nacional y Danubio de Uruguay, Racing de Avellaneda, Centauros de Colombia, Talleres de Córdoba, Comunicaciones de Guatemala, Barcelona de Guataquil, Colegio Nacional de Iquitos de Perú y Libertad y Tacuary de Paraguay, además de la selección uruguaya, con la que protagonizó un recordado enfrentamiento con Francisco Casal por los “jugadores repatriados”.

Como entrenador se consagró campeón 20 veces, redondeando 36 vueltas olímpicas en su carrera en el fútbol desde que debutó como jugador allá por 1957.

Este domingo, con 72 años y en Asunción del Paraguay, Luis Alberto Cubilla dejó de existir por culpa de un cáncer gástrico que lo tenía a maltraer desde hace algunas semanas, pero su recuerdo quedará por siempre en la memoria del mundo futbolero.