La bruja y Peñarol: round 2

Recurrir a explicaciones sobrenaturales para entender la mala racha de Peñarol está manteniendo ocupado al periodismo deportivo en estos últimos días, con una serie de consecuencias que se han ido derivando más a la sección de curiosidades que al fútbol.

El diario La República aseguró esta semana que un dirigente había decidido contratar a una "bruja" para acabar la mala racha de Peñarol, y que además no le había pagado todo lo acordado. El matutino sugería que los dirigentes estaban considerando seriamente pagar el resto de la deuda ante el mal momento del club en el último año (luego del respiro que significó el campeonato del 2010 y la gran Libertadores 2011).

Hoy, el diario publica una entrevista que ayer hizo "Las Voces del Fútbol" con la "bruja" en cuestión, que dice llamarse Amilca y que hace una serie de declaraciones al menos curiosas.

"La única bruja que trabajó para el bien de Peñarol fui yo, Amilca", comenzó diciendo. "Esto fue ya hace mucho tiempo, por el año 2010, cuando un alto directivo de Peñarol me contactó para ver que se podía hacer porque hacía 7 años que el club no ganaba nada, que pasaba un técnico, pasaba otro y no había buenos resultados. Por ello este señor me contactó, tuvimos una charla donde nos pusimos de acuerdo y le prometí sacar campeón a Peñarol. Esto se lo prometí porque ya había trabajado con muchos clubes de fútbol del exterior y de acá, con clubes muy importantes y muy queridos, que han logrado títulos (...) Es un hecho histórico que hayan ganado el campeonato sin perder ningún partido, simplemente con un empate, consagrándose campeones con mucha anticipación", dijo.

"El arreglo fue de cobrar un 50% al comenzar y el resto al terminar. Con la primera mitad no hubo problemas pero luego este alto directivo del club no se hizo cargo para nada. Cuando llegó el momento de comunicarnos para poder ir a cobrar mi cheque empezó con peros, pretendió pagar un cheque que no era ni la décima parte de lo pactado y quiero aclarar que no le cobré muchísimo tampoco (...) En el momento de llegar al acuerdo yo me comprometo a cumplir, ahora, quien me contrata también debe cumplir porque si no todo se te viene arriba, y pagan justos por pecadores porque o se lastiman, o andan mal, o el técnico que viene no camina", advirtió Amilca, quien agregó -por las dudas- que no hizo nada "contra Peñarol".

"Quiero que los hinchas estén tranquilos que yo no maldecí para nada a Peñarol, sí se puede haber dado vuelta todo lo que hicimos para bien", aclara, tranquilizando a los hinchas de Peñarol que seguramente adjudican a sus "trabajos" el momento del equipo y no a las malas decisiones de Jorge Da Silva, ni la actuación de los árbitros ni el mal juego del equipo.

Sobre brujas y repercusiones

Ante la repercusión que la noticia tuvo en el medio local, aunque gran parte haya sido en tono de broma, la mae Susana Andrade (del grupo Atabaque, perteneciente al sector 609 del Frente Amplio), escribió una reflexión al respecto.

"Realmente este país es increíble, en lo bueno y en lo bizarro o de mal gusto", consideró ante lo mucho que se ha dicho sobre este tema.

"Historietas y grotescos se intercalan en un desfile de absurdos con rating asegurado a raíz del caso Peñarol y una llamada 'bruja' culpable de la mala racha deportiva del equipo. La conclusión es fácil, no gasten en entrenamientos sino en hechiceros", ironizó.

Para Andrade es "importante resaltar el poder de captación del medio y la palabra escrita, y antropológicamente digno de observar el fenómeno -este sí- de repercusión en la gente. Podría deberse a que la situación se da en el ámbito del fútbol algo tan popular, o que la mezcla es explosiva al juntar lo esotérico con la actividad futbolística de un cuadro de masivo arraigo local. También podría ser que no haya nada extra ordinario para mostrar y esto 'prende' como fuego en pasto seco. Lo que sea, es exagerado. Total, la tele la pagamos todos (y todas)", dijo.

Consideró que "el entretenimiento asegurado de lo superficial y efectista sin dudas es gran parte del gancho."

"No voy a agregar nada al intríngulis pues no puedo evitar estar de alguna manera involucrada en estos avatares misteriosos en torno al club aurinegro (...) Sé que a mí me dicen 'bruja' como brujos nos dicen a los afroumbandistas y no nos creen si decimos que no lo somos (...) Para colmo, los truchos y las truchas inmiscuidos en nuestra colectividad con tal de vender supuestos poderes y salir en televisión, alimentan el mito autodenominándose con lo que sería en realidad un insulto a la religiosidad de matriz africana", agregó.

"Llamar Juan a Pedro no creo que le guste a Pedro y menos si ese nombre es asociado a algo 'malo' o al menos de dudosa legalidad o buen proceder. Bruja significa 'mujer sabia' y a eso, muchas y muchos le temen no porque haga daño, sino por decir verdades. Yo creo porque las hay. Por suerte, para mí, las hogueras se han quemado", concluyó.