Sotelo y el título de Central Español

Central Español festejó a lo grande su retorno a Primera División, apenas un año después de perder la categoría. Tras el triunfo 3-1 sobre Boston River, que significó ascenso y vuelta olímpica, dirigentes, jugadores, cuerpo técnico e hinchas abandonaron el Parque Palermo, porque a las 15 horas jugaban Cerrito y Fénix, y comenzaron a celebrar donde estaba ubicada la vieja sede social, en Maldonado y Barrios Amorín.

“Terminamos en Gonzalo Ramírez y Santiago de Chile, festejando un título que no se daba desde 1983”, dijo a Montevideo Portal el presidente palermitano Gerardo Sotelo, quien recordó que “en todos estos años ascendimos varias veces, pero nunca siendo campeones como en aquel bienio de 1983 que terminó en el Campeonato Uruguayo de Primera División de 1984”.

“En estas horas recibí infinidad de llamadas, pero quiero destacar la primera de todas. Faltando cinco minutos para terminar el partido con Boston River, me llamó Eusebio Javier, presidente de Progreso, que era el equipo que más esperaba una derrota nuestra por la posición en la tabla”, comentó el máximo dirigente de Central Español, agregando que la actitud de su par “habla del tipo de persona que es y de lo que debe ser el espíritu del deporte. Le agradecí y le deseé lo mejor para ellos, que por los resultados de la tarde están también muy cerca (a un triunfo) del ascenso”.

Claro que después de los festejos, la cabeza ya se pone en lo que vendrá. “El desafío es muy grande y genera una gran expectativa. Un buen estratega debe saber que cualquier objetivo se cumple por etapas, y la primera fue cumplida. Asumimos con el equipo tomando el primer lugar del Campeonato, luego se estiró la diferencia se cumplió con luz. Creo que Central fue el mejor, y para ello fue fundamental el gran trabajo del plantel y del cuerpo técnico encabezado por Darlyn Gayol”, dijo.

Consultado por la continuidad del actual entrenador, Sotelo no dudó en decir que “estamos convencidos de que es la persona adecuada para seguir este proceso. Los equipos que ascienden y mantienen al cuerpo técnico suelen tener buenos resultados, porque vienen jugando juntos y enfrentan a otros que están en pleno armado, y además en este caso porque viene de salir campeón. En este año en Segunda hemos tenido amistosos con equipos de Primera y se jugó de igual a igual”.

Todavía quedan dos partidos, pero la gente de Central ya piensa en agosto, cuando vuelva a codearse con los mejores del país. “Ahora se nos viene un receso, tendremos que pagar cuentas, que nunca son pocas, y planificar cómo seguir. Está claro que debemos continuar este proceso con seriedad a nivel institucional y responsabilidad, pensando en competir para ganar como buen club de fútbol que somos”, explicó el presidente palermitano.

“Es bueno mantener esto por la repercusión que puede tener más allá del fútbol. Necesitamos arrimar más gente, porque Central es un club que cae simpático, que tiene 107 años de historia y fue campeón uruguayo, pero con una realidad social que nos indica que necesita una renovación. Plata al hincha no le podemos dar, así que lo que queda es mística y resultados”, expresó Sotelo, quien no dejó pasar la oportunidad para dedicar el éxito a tres hinchas que ya no están.

“Quiero recordar a Marcos Wolman, quien murió hace un par de meses después de toda una vida en Central, siendo presidente y delegado, y sobre todo un tipo muy querido. Tampoco me quiero olvidar de mi viejo, que fue el que me hizo hincha del club y por suerte pudo ver el bienio de 1983 y 84. Por último, el recuerdo también para Gustavo Escanlar, otro palermitano de ley”, concluyó el periodista que se transformó en dirigente y por ahora, no conoce la derrota.