Carlos Bueno, sin pelos en la lengua

Carlos Bueno dialogó con el programa “Quiero Fútbol” de Sport 890, y fiel a su costumbre no se guardó nada. Habló de su presente, el enojo con los dirigentes de Peñarol, su desvinculación del Grupo Casal y el momento del plantel.

El artiguense manifestó que “me enteré hace dos meses que tenía contrato con Peñarol, me engancharon y ahora estoy acá y tengo que seguir. Quería arreglar con el presidente de Real Sociedad mi contrato estando allá, antes de volverme y no se dio. Luego contrataron otro delantero y me llamaron para avisarme que no pudieron fichar a los otros que querían, por eso me ahora me quieren de nuevo allá”.

Bueno quiso desvincularse de Peñarol para poder asegurar su contrato en España, pero el presidente Juan Pedro Damiani fue un obstáculo para ello. “Lo llamaba tres o cuatro veces por semana, faltando un mes para terminar el campeonato. Fue un tire y afloje en el que hasta ofrecí plata para quedar libre. No me dieron la mano que necesitaba en el momento y acá estoy. Hoy soy jugador del club y estoy esperando que se solucione el tema de los sueldos para quedarme hasta diciembre”, dijo.

Sin embargo, manejó la posibilidad de irse ante una buena oferta, “si me sirve a mí y al club. Seguramente sea lo mejor para todos y me iré”.

El artiguense se mostró molesto por algunos dirigentes que no lo quieren, y reprochó que “si no me querían, me podrían haber facilitado la renovación en la Real Sociedad tranquilamente”, y repitió que “hasta plata ofrecí”.

El delantero sabe que el hincha toma nota de algunos hechos, y no lo ocultó. Dijo conocer “el sentimiento del hincha, sé lo que opinarán los dirigentes, pero sé lo que yo tengo que hacer. No me puedo pelear con 500.000 personas, por eso tengo que jugar y hacer lo mejor dentro de la cancha”.

Igualmente, lamentó que mucha gente “no sepa la realidad”, y recordó que “hace un par de días pasó uno cuando estábamos entrenando en el Parque (Roosvelt) y nos gritó “a ver si empiezan a practicar bien”, y acá nadie sabe que no queremos estar ahí. Hace dos semanas que practicamos en el parque cagándonos de frío por temas internos.

No ocultó su malestar por “ver a mis compañeros pasar esta situación. No lo merecen después de ser campeones. Es complicado verlos así (...) después las puteadas nos las comemos nosotros, y uno se cansa de que lo puteen por cosas de las que no es culpable”, a lo que agregó: “menos mal que por lo menos salimos campeones y nos sacamos la mochila de muchos años, porque la cosa está jodida.

Puntualizó que “hoy en Peñarol el problema es interno. Los jugadores estamos haciendo hasta lo imposible para no perder la forma, porque mañana perdemos y nos insultan a nosotros, no a los dirigentes, cuando el problema es de ellos. Nunca vamos a tener la razón nosotros, eso está claro”, y agregó que “hay que saber todo y no sólo escuchar una parte. Hay más cosas que por códigos no decimos”.

A pesar de esos inconvenientes, opinó que “se puede apuntar a ganar el Apertura y la Sudamericana, y sabemos que el hincha va a estar siempre. Espero encontrarme una hinchada que apoye como siempre lo ha hecho, como en el último campeonato que seguí por internet viendo el estadio siempre lleno.

Respecto a su contrato, informó que el club le debe plata de otros años, e incluso una parte que él no quiso cobrar. Reveló que “no voy a pedir lo mismo que ganaba en España, no voy a discutir mi tema salarial, sé la situación del club y vengo a ayudar, pero también sé que no todos los dirigentes me quieren. El que va a estar siempre es Damiani y soy un agradecido a él”.

Consultado sobre la posibilidad de rescindir su vínculo contractual, repitió que ofreció dinero para ello algunos meses atrás, pero los dirigentes “nunca van a dejar de pedir plata, y yo no estoy para regalarle nada a nadie. Estoy acá, feliz de estar, y voy a pelear la Sudamericana, pero si un equipo llama y ofrece plata por mí al club, nos servirá a todos”.

El jugador piensa jugar “tres o cuatro años más”, y sabe que “son los últimos años que me quedan para marcar una diferencia económica”. Al respecto, valoró que “Martín Lasarte me llamó para ver cómo es la situación, y tuve que decirle que todo sigue como hace unos meses. Hoy se reúne con el presidente de la Real a ver qué pueden resolver ellos desde allá”.

El futbolista reconoció que “la solución no es sencilla. Si lo fuera, hace tres meses ya hubiera arreglado mi contrato con la Real Sociedad, un club de Primera División del fútbol campeón del mundo”. Sin embargo, fue optimisma y valoró que “le vendría bien a las dos partes que yo me vaya”.

Además, declaró que “alguien me dijo que a (Gustavo) Matosas le gustaría tenerme en Danubio, y para eso deberían hablar con Peñarol”. Ante tal afirmación, la inevitable pregunta sobre si él jugaría en el elenco franjeado, contestó que “mientras pueda voy a jugar en Peñarol y acá me voy a morir, pero si las puertas del club no se me abre, yo no se las cerraré a nadie”.

El artiguense también se refirió al Grupo Casal, que ya no lo representa, porque “pasaron muchas cosas que algunos no se animan a decir. Hoy con 30 años prefiero decir las cosas cuando estoy vigente. Tengo ex compañeros que la pasan mal por confiar en cierta gente. Hoy tomo mi camino y decido lo que hacer con mi carrera. Soy muy agradecido a ellos por lo que me brindaron en su momento, pero hoy tengo la capacidad de decidir por mi mismo”.

Sobre los motivos para desvincularse de quienes lo representaron durante muchos años, respondió que “una de las cosas fue el hecho de no saber que tenía contrato hasta diciembre con Peñarol, pero los otros motivos me los guardo para mí y ellos lo saben. Siempre fui directo y frontal. Soy muy agradecido, pero también hice cosas buenas por ellos. No voy a andar atrás de nadie, porque actué bien, y tampoco voy a hablar mal de nadie, porque lo que tenía que decir, se lo dije a quien correspondía”.

Por último, Bueno destacó que “siempre fui fiel y demostré lo que tenía que demostrar. Hoy tengo muchísimos equipos que me quieren, pero tengo contrato con Peñarol y dependo de Damiani”.