La campaña del Nacional campeón

Nacional ganó este Apertura a lo Nacional. ¿Qué quiere decir? Arremetiendo desde atrás, como marcan los números clásicos. Si bien los albos están en desventaja ante Peñarol en este tipo de encuentros, tienen más remontadas a su favor. La del pasado 20 de noviembre fue la número 28, contra 21 aurinegras a lo largo de la historia.

Esa última, con el penal de Recoba en el minuto 93, sirve como para reflejar lo que fue la campaña tricolor en este Torneo Apertura. Es que si alguien tuviera que explicar la campaña del equipo de Marcelo Gallardo a partir de un solo encuentro, sin dudas elegiría ese, pero no sólo por la trascendencia de vencer al tradicional rival, sino también por cómo se dieron el trámite y el desenlace.

El bolso arrancó el campeonato mal, al igual que el clásico. El empate a tres con River Plate dejó más dudas que certezas, dado que el equipo no pudo confirmar en cancha la ventaja que, a priori, existía entre un plantel y otro. El 0-2 del primer tiempo fue sólo un avance de lo que sería lo normal de las etapas iniciales de este conjunto albo. En total, el campeón anotó apenas nueve goles y recibió seis en los primeros tiempos; cuatro de ellos terminaron 0-0.

Poco mejoró en la segunda fecha, cuando apareció Recoba para salvar un punto y decretar el 2-2 ante Defensor Sporting en el Parque Central. Era el segundo del Chino, que había puesto el 3-2 parcial con un zurdazo desde afuera del área en su retorno al club. A esa altura, Richard Porta era la mejor figura ofensiva, todavía no estaba en forma Joaquín Boghossian, contratación estrella en el período de pases, y debutaba con expulsión ante los violetas Alexander Medina.

La victoria se le seguía negando al conjunto de Gallardo, ya que el tercer cotejo fue empate sin goles contra Cerro en el Tróccoli. Aquel 27 de agosto, en una cancha con más agua que césped, Nacional empezaba a mirar a los de arriba desde lejos, ya que seis puntos perdidos en apenas tres jornadas parecían demasiado. El triunfo llegó recién en la cuarta, contra Racing, en un compromiso donde el equipo empezó a mostrar la personalidad que luego lo sacó adelante.

El bolso perdía 1-0 de local y con un jugador menos, por la expulsión de Jadson Viera. Sin embargo, entró Recoba a los 9' del complemento, y entre los 9' y los 17' lo dio vuelta con doblete de Boghossian, para luego con un tanto de Viudez redondear un 3-2 que fue más holgado en el juego que en el score. "Con el resultado adverso, un jugador menos y la manera en que jugamos, merece el elogio. Fue un segundo tiempo increíble", dijo el entrenador tras su primera victoria.

Sin embargo, el envión de esos tres puntos no le sirvió para ganar en Jardines del Hipódromo. En el primer partido del Apertura donde Nacional empezó ganando, que fue además el único en el que Recoba entró en el primer tiempo (por la lesión de Matías Sosa) no anduvo tan bien el Chino y el encuentro terminó 1-1. Esa tarde, ni bien terminó el encuentro, el chip cambió y llegó la eliminación con Universidad de Chile, que empezó a generar cuestionamientos hacia Gallardo.

En medio de la serie con los trasandinos, se dio una goleada 4-0 sobre Cerro Largo que, con el diario del lunes, es importante. De hecho, nunca perdieron por esa diferencia los arachanes, que fueron la revelación del torneo. Además, debutó con gol Gonzalo Bueno, un juvenil que terminó siendo clave en la consagración. Parecía tomar el rumbo el tricolor, pero se concretó días después la eliminación con la Uchi y al fin de semana siguiente cumplió su peor partido del campeonato.

Bella Vista le propinó a Gallardo su primera y única derrota oficial a nivel local en este semestre, y el propio director técnico reconoció después del cotejo que "me voy dolido por la derrota". "Por lejos fue nuestro peor partido", fueron algunas de sus frases en conferencia de prensa tras perder 1-0. "El que se cae y no se levanta, es porque no quiere, y yo me quiero levantar", dijo el técnico que despertó a tiempo.

A partir de la fecha siguiente, comenzó una remontada que registró 22 puntos ganados sobre 24 disputados, con un invicto en su arco que se extendió hasta el clásico. Durante 569 minutos no tuvo que ir a buscarla adentro Muñoz, por lo que ganó en confianza una defensa que había sido cuestionada, y a la que incluso los dirigentes quisieron reforzar. Los nombres de Joe Bizera y Sergio Rodríguez le fueron sugeridos al Muñeco dos veces, a partir de la lesión de Jadson Viera y los flojos rendimientos del resto, pero el argentino se puso firme y bancó con lo que tenía.

A partir de esa solidez defensiva, y ya sin tanta dependencia de lo que pudiera hacer Recoba, logró tres 3-0 consecutivos, sobre Cerrito, Rentistas y El Tanque Sisley. De a poco empezaba a recortar diferencias respecto del entonces líder Peñarol, que lucía exultante y parecía encaminarse derecho al título. Los carboneros tuvieron una renta de siete puntos respecto a los tricolores al cabo de la séptima fecha, y la mantuvieron hasta la novena. Sin embargo, en la décima empataron con Cerro, y luego cayeron con Liverpool y Wanderers para llegar malheridos al clásico.

A esa altura, el bolso estaba entonado. A pesar del increíble empate sin goles frente a Fénix, un partido en el que debió ganar y fue perjudicado por el arbitraje, recuperó la senda del triunfo con un 2-0 ante Rampla y preparó bien para chocar con el tradicional rival, al que venció con agonía y placer máximo. El partido fue parejo desde lo futbolístico, pero los cambios de su entrenador, quien dio ingreso a Recoba, Bueno y Renato César, contrastaron con lo que propuso Gregorio Pérez del otro lado. El Muñeco no se conformó con el empate, y tuvo su merecido premio en la hora, como para que el disfrute fuera mayor.

El triunfo era la confirmación de un momento futbolístico lleno de aciertos de Gallardo. Sostuvo a Rolín y Jadson Viera atrás, le dio confianza a Núñez cuando volvió de su lesión, se animó a confiarle la titularidad a Darwin Torres para sacar a Placente, y encontró en el doble cinco de Calzada con Píriz otra consistencia en el mediocampo. Con él, el hincha albo descubrió a Mathías Abero por el carril izquierdo, aunque no le tembló el pulso para sacarlo cuando no estaba rindiendo igual que en lo previo al Panamericano, ese torneo que le impidió seguir contando con Tabaré Viudez. Sin embargo, nadie se acordó del veloz delantero en el final, porque Bueno estuvo a la altura acompañando a Medina, ese delantero que llegó casi por descarte luego de que se cayeran varias posibilidades para ese mismo puesto en el período de pases.

Ya sin Peñarol en el medio, el rival pasaba a ser Danubio, líder del Apertura después de esa fecha. Mientras esperó el traspié que llegó, Nacional siguió haciendo los deberes. Le ganó a Wanderers 3-1 jugando uno de sus mejores partidos, para terminar festejando ya esa misma tarde por anticipado gracias a las noticias que llegaban desde Melo, que daban cuenta del triunfo 1-0 de Cerro Largo sobre Danubio. Recién en la tarde de ese domingo 27 de noviembre, Nacional se subió a la punta. En la última recta, desplazó a los de La Curva del liderazgo para no perderlo, y defenderlo a lo grande en la última tarde futbolera del año.

Durante casi una hora el campeón era el conjunto franjeado, que le ganaba a Bella Vista. Pero otra vez los segundos tiempos y otra vez Recoba. El Chino le cambió la cara por enésima vez a un equipo que era puro nervio contra Liverpool, y con un zurdazo a 12 minutos del final desató la locura en el Centenario. Su disparo que se coló contra el palo del arco del juvenil Guillermo De Amores fue la confirmación de un título merecido y de una remontada a lo Nacional.

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