Malvín fue justo campeón

La noche del 14 de marzo de 2011 será difícil de olvidar para toda la hinchada de Malvín, ya que tras vencer a Biguá en el cuarto partido de la serie final volvió a gritar campeón. Pero esta consagración es producto de una larga temporada donde no faltaron turbulencias en la playa.

El arranque del torneo no fue el esperado para Malvín, problemas con los extranjeros, lesiones y las derrotas clásicas frente a Unión Atlética hicieron alzar voces en contra de la conducción del equipo. Pablo López estuvo en el ojo de la tormenta, pero apostó a este plantel y sumó a dos extranjeros que fueron claves como Jeffries y Bortz, esperándolos ante las críticas de propios y ajenos.

En la segunda rueda Malvín apostó fuerte en el draft y sumó a Joaquín Osimani, el mejor jugador que tenía el evento de elección de fichas. En la segunda parte del campeonato el playero retomó el número uno, que terminó perdiendo tras caer frente a Biguá como locatario.

Para play off el primer emparejamiento del playero fue muy duro. Olimpia fue un rival que en los primeros dos encuentros le planteó partidos que maniataron al equipo de López. Pero Malvín ahí comenzó a ganar el torneo, levantó su nivel, sus extranjeros fueron claves y terminó derrotando 3 a 1 a los de la Cúpula de Colón.

Otro de los puntos altos del torneo fue la barrida en semifinales ante Defensor Sporting. Si bien el fusionado se vio menguado por la expulsión de Clarence Mathews, nuevamente el playero demostró solidez y superioridad.

En las finales, ante la adversidad de la lesión de su jugador franquicia, Fernando Martínez, aparecieron hombres claves como Bruno Fitipaldo, Reque Newsome (MVP de las finales), Mark Bortz y Chris Jeffries. El equipo se potenció en lo colectivo y fue más que un durísimo rival como Biguá.

Sin dudas, el éxito de una conducción como la de Sergio Somma, quien volvió a tomar las riendas del club en aquel 2006 y forjó un proceso, encabezado por Pablo López y arrimando a un referente como Fernando Martínez, hoy ídolo absoluto de todos los malvinenses. Pero el mérito no pasa sólo por los resultados deportivos, y por sostener a Pablo López en los momentos más difíciles. Sino que en materia de infraestructura, el club es otro y eso también lo disfrutan todos sus hinchas.

En el cierre, el destaque para Pablo López, uno de los mejores entrenadores de nuestro medio, no es casualidad que haya llegado en siete ediciones que dirigió Liga Uruguaya a cinco finales, siendo consecuente con jugadores muy criticados y marcando diferencias desde el banco de suplentes para volver a ser el mejor de la competición.

Crónica del cuarto partido