Forlán: "Gracias Román"

Juan Román Riquelme anunció su retiro del fútbol y la noticia no pasó inadvertida en el planeta futbolero. Lógicamente la imagen del volante de 36 años acaparó las portadas de los principales diarios argentinos, pero también tuvo repercusiones en Europa, donde se recordó su poco fructífero paso por el Barcelona y sus buenos momentos en el Villarreal, club en el que llegó a jugar una semifinal de Champions League.

Justamente en esa temporada 2005-06, en la que el modesto equipo amarillo fue eliminado por el poderoso Arsenal con un 1-0 en el global, Riquelme tuvo en sus pies la posibilidad de igualar la serie frente a los ingleses, pero el arquero alemán Jens Lehman le detuvo un penal en el minuto 89. En aquel conjunto dirigido por Manuel Pellegrini también estaba Diego Forlán, quien formó durante dos años una dupla memorable con el nacido en Don Torcuato. ´

Tras aquel campañón juntos, en el que dejaron por el camino a gigantes del continente como Manchester United, Bengica, Glasgow Rangers e Inter de Milán, ya no volvió a ser el mismo Riquelme y retornó a Boca Juniors, pese a lo cual no se rompió la relación con el mejor jugador del Mundial de 2010. Así lo reflejó el delantero uruguayo del Cerezo Osaka a través de su cuenta de Twitter a la mañana siguiente del retiro del 10.

Riquelme, campeón de la Copa Libertadores con Boca Juniors en 2000, 2001 y 2007 y de la Intercontinental en 2000 con una memorable actuación frente al Real Madrid, además de seis títulos locales y una Recopa Sudamericana, expuso entre sus razones para no seguir en Argentinos Juniors que debería enfrentar al cuadro de sus amores, luego de que el equipo de La Paternal lograra uno de los ascensos de la B Nacional en el último semestre de la mano del más brillante futbolista que surgió en su cantera después de Diego Armando Maradona.

Hoy, con un grado de idolatría que va más allá de su presencia en cancha y de la difícil relación que mantuvo con gran parte de la dirigencia, el pueblo xeneize ya lo extraña pero sabe que de alguna manera volverá. “No me veo como técnico. Arranco una nueva vida y lo que elija no me dará las alegrías que me dio el fútbol, eso seguro. Pero soy una persona que quiere aprender. Quizás me anime a intentar ser presidente del club. Un presidente tiene que hacer las cosas bien. Yo amo el club. Si tengo la suerte de aprender y me siento preparado, lo voy a hacer”, dijo en una entrevista concedida a SportsCenter Riquelme, enemistado con el hoy mandamás de Boca, Daniel Angelici.