Los números de Bengoechea como DT

El idilio de Pablo Bengoechea con el hincha de Peñarol no necesita presentación alguna. Sus 10 años defendiendo la casaca amarilla y negra con una cosecha de siete títulos de campeón uruguayo, 26 clásicos ganados, nueve empatados y 14 perdidos, con un total de 20 goles a Nacional, hablan por sí solos.

La estatua de bronce que le dedicaron los hinchas volverá a tomar vida en Los Aromos y tendrá un difícil desafío en el césped del Estadio Centenario, ese en el que fue protagonista directo de la Copa América de 1995 con un golazo de tiro libre a Brasil en la final, ocho años después de sellar el título de la edición de 1987 ante Chile en el Monumental de Núñez. Su currículum como jugador fue intachable y su idolatría en la parcialidad mirasol es de grado cinco, ese número que quedó inmortalizado en aquella foto que aún lo tiene festejando el quinquenio en 1997.

Sin embargo, los pergaminos del riverense de 49 años como entrenador no permiten asegurar hoy, previo a su asunción, que haya sido una buena elección del Consejo Directivo aurinegro. Sin dudas se trata de un profesional con una espalda anchísima, producto del cariño que se ganó como jugador, pero los antecedentes como director técnico hacen que la llegada al club de sus amores genere una enorme incógnita. Si bien sus números no son alentadores, tampoco se puede ser tajante en el juicio, ya que nunca tuvo equipos favoritos en comparación con sus rivales.

Bengoechea arrancó su carrera como entrenador a comienzos de 2005, cuando River Plate se quedó sin Martín Lasarte, por entonces flamante director técnico de Nacional. El Profe no tenía el título habilitante, por lo que a los efectos formales el DT era Óscar Aguirregaray, con quien conformó una dupla técnica que se mantuvo al mando del elenco darsenero durante un año y medio y que es recordada por haber retirado al equipo del campo de juego frente a Danubio cuando Ignacio González le convirtió a los 33 minutos mientras Alexis Viera estaba lesionado.

Los resultados fueron bastante irregulares. En su primera experiencia, en el Campeonato Uruguayo Especial de 2005, terminó décimo entre 18 con seis victorias, cuatro empates y siete derrotas, y un total de 34 goles a favor y 32 en contra. En el Apertura 2005 fue octavo entre 18 con seis partidos ganados, seis empatados y cinco perdidos, anotando 24 goles y recibiendo 22. En el Clausura 2006 quedó noveno entre 17 con seis triunfos, dos igualdades y ocho caídas, habiendo anotado 19 tantos y recibido 20. Al terminar octavo en la Anual no pudo meterse en la Liguilla, producto de una racha final de cinco derrotas al hilo (Central Español, Danubio, Liverpool, Bella Vista y Defensor Sporting) que cerró su periplo en el Prado.

Contra Nacional sus dirigidos nunca convirtieron un gol. En el Uruguayo Especial River Plate perdió 2-0 con tantos de Rodrigo Sebastián Vázquez y Gonzalo Castro, en el Apertura 2005 igualó 0-0 y en el Clausura 2006 cayó 2-0 por culpa de Juan Albín y Luis Suárez. Frente a Peñarol perdió 1-0 las primeras dos veces que lo enfrentó, por un gol de Gabriel Cedrés primero y otro de Diego Rodríguez después, y por último lo venció 4-2 con dos goles de Walter López, uno de Cedrés y otro de Richard Porta, todos en el primer tiempo. Vigneri y Fadeville descontaron en el complemento para aquel Peñarol de Garisto.

Posteriormente pasó a integrar el cuerpo técnico de Sergio Markarian, con quien trabajó como ayudante de campo entre 2010 y 2013. Su vínculo con los jugadores del combinado incaico fue tan bueno que la mayoría vio con buenos ojos su contratación como seleccionador una vez que Markarian dio un paso al costado. Con Perú asumió en marzo de este año, ganó cinco amistosos y perdió cuatro, con 11 goles a favor y 11 en contra. Sin embargo, el panorama político de la Federación Peruana de Fútbol y la no reelección de Manuel Burga, que fue quien lo llevó, hicieron que el riverense diera un paso al costado cuando estaba a punto de ser cesado.

El resumen estadístico indica que Bengoechea dirigió 59 partidos, de los cuales ganó 23, perdió 24 y empató 12, con una eficacia del 46% de los puntos ganados. En esos 59 cotejos sus equipos marcaron 88 goles y recibieron 85.