Clásico: “Me quería matar porque la cancha está divina”, dijo el canchero del Centenario

El aspecto del círculo central del Estadio Centenario en el partido que Peñarol y Nacional empataron 1-1 este domingo fue el hazmerreír de uruguayos y extranjeros. La imagen aérea que ofreció la transmisión televisiva de Tenfield apareció en las principales cadenas deportivas internacionales y generó comentarios y burlas.

Richard Berriel, quien lleva 26 años trabajando en CAFO y 20 como encargado, lamentó el hecho y asumió la responsabilidad. “Somos noticia porque había una línea mal y no porque la cancha estaba impresionante y a los técnicos les pareció que estaba muy bien. Pero está bien; sabemos cómo se mueve todo esto y son las reglas de juego”, comentó al programa 100% Deporte, de Sport 890.

“Me quería matar porque la cancha está divina y mirá de lo que se habla. Cuando me mandaron la foto se me cayó el alma al piso”, reconoció Berriel sobre su reacción cuando vio la toma televisiva que dejaba en evidencia la forma irregular del círculo central, y explicó que no se trató de un acto de negligencia. El círculo central fue pintado antes del último corte y, a diferencia del resto de las líneas, no fue repasado.

“Habitualmente para este tipo de eventos, como los clásicos o los partidos de Uruguay, tenemos una predisposición especial por la importancia del encuentro y por la expectativa que genera. Hicimos franjas de cinco metros horizontales y verticales como para que la cancha quedara cuadriculada. Se corta muchas veces fundamentalmente para que el piso quede bien parejo”, comenzó explicando.

“Con la pasada de la máquina de cortar, que pesa más de 2.000 kilos, vos hacés franjas a lo largo y a lo ancho y las líneas se deforman, porque pisás para un lado y para otro. Quedan tipo en zigzag. El sábado pusimos hilo en toda la cancha y rayamos el círculo porque hacía 15 días que no teníamos partido y no se veía. Tenemos una chaura de 9,15, que es la medida del radio del círculo central. Se pone en el medio, se raya y marcás por dentro de la raya”, agregó.

“El domingo corté dos veces a lo ancho y dos veces a lo largo y otra vez volvimos a poner hilo, con la diferencia que esta vez no rayé el círculo. Lo que vi cuando me pasaron esa foto fue que el círculo se había deformado. Estando en la cancha no te das cuenta si está tan deformado”, argumentó.

“Cuando cortás el césped, lo estás pisando para diferentes lugares. Es por eso que las franjas se ven de diferente color. La máquina tiene cinco cuerpos de corte y cada cuerpo de corte tiene rodillos adelante y atrás, que son los que aplanan el pasto. Eso fue lo que deformó la línea. Son 56 metros de línea los que tiene el círculo y en la cancha no nos dimos cuenta”, concluyó.