Anfield se vistió de fiesta para recibir la primera semifinal de esta edición de la Champions entre Liverpool y Roma. El equipo local dominó desde el minuto uno y salió dispuesto a hacer valer el apoyo de su gente que, como siempre, los recibió cantando "You´ll Never Walk Alone".

A los dos minutos, Mohamed Salah avisó con un remate de zurda que fue fácil de contener para Alisson. A los 5, Salah filtró un pase para Firmino que remató de derecha, exigido y sin ángulo.

Llegando a la media hora fue Mané el que tuvo dos chances claras. La primera de ellas en un mano a mano y la segunda en un desborde de Firmino que centró al punto penal. En ambos casos los remates se fueron por encima del arco rival.

A los 33 Mané mejoró su precisió y definió bien, pero el gol fue anulado por posición adelantada, correctamente sancionada.

Hasta que cayó lo que se esperaba y a los 35 Mohamed Salah metió un remate impresionante de zurda, colocando la pelota en el ángulo, inatajable.

Fue el mismo Salah quien a los 45 minutos definió un mano a mano picando la pelota por encima del golero y, sin gritarlo por respeto a su ex equipo, se abrazó con sus compañeros para celebrar el 2-0

Lo único que tuvo la Roma en todo el primer tiempo fue un tiro en el travesaño de Kolarov llegando a los 18 minutos. Más allá de eso, se vio superado durante gran parte de la etapa inicial.

De movida en la segunda mitad el egipcio le dio un pase dentro del área para la definición precisa de Mané que estiró la goleada y puso el 3-0. La misma fórmula sirvió para el 4-0. Pase de Salah para que definiera Firmino solo, sin golero y frente al arco. 

La marea roja nunca se detuvo y el 5-0 fue marcado nuevamente por Firmino, de cabeza tras un tiro de esquina en el que se elevó y ganó en lo alto. 

Roma descontó en el minuto 80 por intermedio de Dzeko que controló de pecho dentro del área un pase largo y definió fuerte y de derecha al palo del golero. Y a los 85 llegó el segundo tanto para que el equipo italiano sueñe con otra remontada. Lo hizo Perotti de penal tras una mano dentro del área. 

El resultado final fue 5-2 y Liverpool, si bien consiguió una gran victoria, se fue con un dejo amargo de saber que no pudo dejar la serie ya liquidada. Roma tendrá que buscar una nueva noche épica, como aquella contra el Barça, para meterse en su primera final de Champions.